Más de 20.000 estudiantes de sexto de Primaria se enfrentan hoy a la reválida

Sensatez y sentido común. Eso volvió a reclamar ayer el consejero de Educación, Fernando Rey, ante la polémica surgida por la celebración de la primera reválida de sexto de Primaria, que comienza hoy en Castilla y León y que tienen que realizar hasta mañana alrededor de 20.400 estudiantes de la Comunidad. «Hay que intentar alejar la prueba del ruido partidista, del debate preelectoral y de otros aspectos ajenos al ámbito educativo», defendió el titular de Educación, quien insistió en que se trata de un instrumento que va en «beneficio» del alumnado para poder medir su nivel de competencias e implantar planes de mejora allí donde sea necesario. En ese sentido, argumentó que con los exámenes que se realizaron ya el curso pasado en tercero de Primaria se pusieron en marcha medidas de apoyo en los centros educativos en los que el 15 por ciento de los estudiantes no pasaron la prueba.

Algunas asociaciones de padres y madres de alumnos y sindicatos han pedido a las familias que no lleven a sus hijos al colegio durante los días en que va a celebrarse la prueba, por lo que el titular de Educación, que reconoció que algunos progenitores ya han mostrado «sus reservas» por la prueba establecida en la Lomce, llamó a la sensatez y a mantener el ámbito educativo fuera de «la lucha partidista».

Profesores

Los docentes no deberían sentirse examinados a la vez que el alumnado en estos exámenes. Y es que esta prueba «no es el único indicador» para determinar la calidad de un centro educativo, aseguró el consejero, quien recordó que los resultados no pueden hacerse públicos para evitar que se creen «ranking perversos e injustos».

«En esta Comunidad se aplican las leyes», subrayó Fernando Rey, que se mostró «preocupado» por que existan personas que deciden no aplicar algunas leyes.

Modelo de examen

Durante hoy y mañana los estudiantes de sexto de Primaria realizarán los exámenes, en los que se evalúan las competencias en el ámbito lingüístico, matemático y científico técnico a través de preguntas test y de respuesta abierta.

Profesores del mismo centro, pero que no imparten clase a los escolares que se examinan, serán los encargados de corregir las evaluaciones, cuya calificación será de insuficiente, suficiente, notable o sobresaliente.

Además, tanto los estudiantes como los padres y los centros deberán responder a una serie de cuestiones complementarias para obtener información sobre condiciones socioeconómicas y culturales y determinar si éstas pueden influir en los resultados académicos de los alumnos.

Acerca de la Conferencia Sectorial de Educación que se celebrará el próximo viernes para tratar la prueba final de Bachillerato y de cuarto de la ESO, entre otros asuntos, Fernando Rey aplaudió la decisión del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, de negociar junto a las comunidades autónomas y los rectores de las universidades el examen de Bachillerato. «Me parece muy inteligente y muy valorable», destacó, antes de añadir que, en su opinión, la prueba de cuarto de la ESO no debería tener valor académico.