Economía
Nissan arranca su transformación hacia una fábrica de componentes
La factoría de Ávila dejará el próximo año de producir vehículos y en 2020 comenzará con la nueva actividad
La ceremonia del Daruma, una figura tradicional japonesa que representa el esfuerzo, la perseverancia y la tenacidad por cumplir los objetivos, supondrá el símbolo con el que la planta de Nissan en Ávila pondrá este lunes en marcha el nuevo proyecto . El que llevará a la factoría a emprender la que será su nueva vida , de modo que a partir de 2020 deje de ser la tradicional fábrica de vehículos ligeros que arrancó en el polígono de Las Hervencias a finales de los años cincuenta del pasado siglo para transformarse en una factoría de componentes y recambios para la Alianza Renault-Nissan en Europa.
El acto de presentación del plan de transformación de la planta , con la vista en 2020, tendrá lugar este lunes en las propias instalaciones de la factoría. A él acudirán representantes de la multinacional y diversas autoridades. Ellos serán los encargados de pintar de blanco el primer ojo del Daruma, el símbolo del comienzo oficial del proyecto, en un acto que la alianza franco-nipona ha querido cargar de simbolismo . Y es que la tradición japonesa establece que es una vez alcanzado el objetivo cuando se pinta el otro ojo del amuleto en señal de agradecimiento y satisfacción por haber llegado a la meta.
Hasta entonces, aún resta tiempo, pero la carrera para arrancar esta nueva etapa ha estado plagada de obstáculos para Nissan en Ávila, hasta el punto de que en el pasado mes de junio, la amenaza del ERE (Expediente de Regulación de Empleo) pendió con más riesgo que nunca de amenaza a más de medio siglo de esa indisoluble relación entre la ciudad amurallada y la factoría automovilística. Un acuerdo «in extremis» entre los trabajadores y la multinacional permitió salvar en la madrugada del 15 de junio la planta y los 470 empleos, pero con una nueva orientación. Adiós a su historia vinculada a la producción de vehículos para dar la bienvenida a una fábrica de componentes, para cuya nueva labor ya están siendo formados los empleados.
Duras negociaciones
No fue fácil el entendimiento en unas duras negociaciones, que también supusieron la inclusión de los 471 trabajadores de Nissan Ávila en la Alianza automovilística en Castilla y León, con más de 12.000 trabajadores entre las dos plantas de Renault en Valladolid y la de Palencia.
La transformación de la actual plana en otra de recambios y componentes es la solución alcanzada ante la inviabilidad de seguir con la producción de vehículos ligeros, actividad que, por el momento, continuará hasta septiembre de 2019. Entonces es cuando está previsto que acabe el ciclo de vida del NT-400, el camión ligero al que debía haber sustituido el NT-500. Sin embargo, este nuevo modelo que comenzó a ensamblarse en febrero de 2014 acabó de producirse el 22 de diciembre de 2015. Con tan sólo 7.000 de las 100.000 unidades previstas lanzadas al mercado, la factoría de las Hervencias puso fin a su lanzamiento debido a que su motor no se adaptaba a la exigente normativa europea, pese a que, según el último plan industrial, debía garantizar la actividad de la planta hasta 2023.
Un nuevo revés para una factoría que en los últimos años ha vivido continuos picos de sierra, con altos y bajos, y para la que a partir de hoy nace oficialmente el nuevo futuro, dejando atrás la producción de vehículos para centrarse en los componentes. Tras el acuerdo entre empresa y trabajadores, la Junta declaró Proyecto Industrial Prioritario el Plan Industrial 2019-2024, que está previsto suponga una inversión total de 40 millones de euros.
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