Desde Ciudad Rodrigo un grupo de jóvenes hace una parada en Berlín
Desde Ciudad Rodrigo un grupo de jóvenes hace una parada en Berlín - ABC
Jornada Mundial de la Juventud

«Da esperanza ver unidos con un mismo espíritu a jóvenes de distintas culturas»

Miles de castellano y leoneses viven con ilusión esta cita que creen que les ayudará a «revitalizar» su fe

Valladolid Actualizado: Guardar
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«Si tuvieras la oportunidad de encontrarte con el Papá, ¿qué le dirías?». Hace unos días el perfil de Facebook de la Jornada Mundial de la Juventud lanzaba esta pregunta. La jovencísima Elisa Bolaño (21 años) lo tiene claro: «Le comentaría que le necesitamos para que propulse el cambio que la Iglesia requiere, y que la Iglesia también somos los jóvenes. Juntos podemos conseguir que sea un lugar para todos».

Con ese espíritu está viviendo esta vallisoletana en Vilnius, la capital de Lituania, los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Cracovia (Polonia) del 26 al 31 de julio. Elisa forma parte de la expedición española de pastoral universitaria de la Compañía de Jesús, integrada por más de un centenar de personas y que ha sido coordinada desde Valladolid.

Participa en un programa denominado Magis, integrado por jóvenes de diversos países. En él también están Cristina Pareja, Laura Leal e Ignacio del Barrio. Para algunos es su primera JMJ. Otros tuvieron la oportunidad de sentir esta intensa experiencia en 2011 en Madrid, «una de las mejores que han vivido», coinciden en señalar. Les es difícil expresar los «intensos sentimientos» que viven estos días. A Ignacio del Barrio, que está alojado con una familia polaca en Gdanks mientras realiza un voluntariado social, le resulta complicado discernir cual ha sido la experiencia más grata desde que comenzó esta «aventura» el 13 de julio: «Es todo lo que aprendes día a día. No importa el idioma que hables o el color que tengas la piel, todo el mundo te sonríe cuando alguien dice algo gracioso, baila con cualquiera o aprecia el abrazo que le das durante la misa. Nunca pensé que un taiwanés y un español fueran tan distintos y a la vez tan iguales».

Para Noelia Díez, una de las responsables que ha viajado con esta expedición, «es esperanzador ver que jóvenes de distintas culturas están unidos por un mismo espíritu y piensan más en lo que les une que lo que les separa».

Más de 3.000 jóvenes castellano y leoneses, según cálculos de las 13 diócesis, participarán los próximos días en la JMJ, donde se encontrarán con el Papa Francisco a partir del jueves. El grupo de Burgos, que ha decidido contar su día a día a través de la web del arzobispado, es junto a Valladolid el más numeroso -alrededor de 300-, pero también han viajado desde la modesta Diócesis de Ciudad Rodrigo. A Roberto Vegas, su delegado de Pastoral Juvenil, le hace especial ilusión estar en Polonia «porque nuestra diócesis no estaba presente en una JMJ desde 2000 en Roma». Hasta que comiencen los actos en Cracovia está viviendo los llamados Días en la Diócesis con una familia de Leszno, cuyo cabeza, Derek, se muestra «encantado» con sus «inquilinos» españoles. Entre ellos se encuentran los jóvenes Miguel Ángel y Roberto, y también el padre Anselmo, de 27 años, para quien encuentros como éste sirven para «rejuvenecer la fe». El respeto a los demás, la justicia o la esperanza son algunos de los valores que inculca esta cita, según el sacerdote, quien insiste a ABC desde el otro lado de la línea telefónica que la JMJ puede ayudar a los jóvenes «a no tener miedo a anunciar su fe. ¡Evangelizar también es cosas de ellos y se puede hacer de una manera atractiva!».

Coincidencias

«Aquí nos damos cuenta que hay más gente que vive la fe igual que nosotros y que no somos ningún bicho raro por querer ir a misa los domingos», coincide la vallisoletana Beatriz Martín Arranz, de 26 años, que está viviendo estos días previos vinculada a la parroquia de San Antonio de Padua, de la mencionada ciudad polaca. No cree que la Iglesia descuide a los jóvenes. Tampoco lo considera así Francisco Marcos, de 18 años, aunque admite que también ellos tienen que poner de su parte para revitalizar día a día esa fe. «No creo que las nuevas generaciones estén a falta de valores porque los tienen innatos, pero no son capaces de escucharlos y no permiten muchas veces que salgan a florecer ya sea por el ambiente social que les rodea o por el miedo a no ser correspondido», señala Ignacio del Barrio.

Cada vez son menos los castellano y leoneses que quedan por llegar a Polonia. Entre ellos, una expedición de Soria que ha partido con 42 jóvenes esta misma madrugada, a cuyo cargo se encuentra José Ignacio. Viaja con su mujer, a quien conoció precisamente en una JMJ. Hace ya muchos años que es fiel a esta cita que, en su opinión, «ayuda a entender la universalidad de la Iglesia». Con ella irá la benjamina, Ana María Soto (16 años), quien espera ansiosa el encuentro con el Papa. Ella tiene claro que le diría al Santo Padre: «Simplemente, gracias por cuidarnos tan bien».

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