Artes&Letras / Arte

España, paisaje y agua

La exposición «Región (Los relatos)» muestra en el Musac y la Fundación Cerezales el resultado de la transformación del territorio a causa de las grandes infraestructuras hidráulicas a lo largo de más de un siglo

BRUNO MARCOS

En la segunda mitad del siglo XIX se comenzó a dar la voz de alarma sobre el estado de España, un imperio en liquidación que no era consciente de su decadencia. Lucas Mallada empezó a proclamar los males de la patria, que España era un país atrasado, inactivo, que el carácter nacional era pusilánime, que tres cuartas partes de la población era analfabeta y que nuestro suelo era pobre y seco. Estas ideas propiciaron la aparición de los regeneracionistas, un grupo interesado en mejorar el país, convencido de que para conseguirlo lo primero era espantar los fantasmas de un pasado glorioso. Pero las duras críticas de estos no venían exentas de planes de futuro, el acento que puso Mallada en el tema de la sequía hizo que se comenzara a urdir el gran proyecto nacional de la regulación del agua. Uno de estos regeneracionistas fue Joaquín Costa que escribió un libro inaugural, Política Hidráulica . Costa puso con él en la agenda política del siglo venidero el cambio del suelo español, un programa al que se fueron sumando los sucesivos gobiernos, monarquía, dictaduras, república y democracia.

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«Región (Los relatos). Cambio del paisaje y políticas del agua», la exposición que se puede visitar hasta el 27 de mayo, dividida en las sedes de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia (FCAYC), en Cerezales del Condado, y MUSAC, en León, reúne cientos de piezas que recorren la historia de ese plan de transformación nacional del suelo, que tiene su cristalización completa en nuestros días, así como su relato paralelo en muchas otras regiones del mundo.

El Porma y Riaño

Los dos casos de estudio que se tratan especialmente son los de los embalses del noreste de la provincia de León, el del Porma y el de Riaño, que cumplen 50 y 30 años respectivamente. Ambos poseen elementos singulares. En el primero se dio la circunstancia de que uno de sus ingenieros fuera el escritor Juan Benet, que elaboró, durante el periodo en el que construyó la presa, la novela Volverás a Región, en la que mitifica el lugar que se iba a anegar bajo las aguas. En el de Riaño, aplazado desde principios del siglo XX y cerrado finalmente en 1987, se dio el hecho sin precedentes de producirse en plena democracia con gran libertad de prensa, lo cual hizo visible el enfrentamiento de todas las partes implicadas.

En la sede de Cerezales del Condado se pueden ver materiales correspondientes a las primeras ideas sobre política hidráulica y de las expresiones estéticas del paisajismo español contemporáneas a ellas. Junto a primeras ediciones de los regeneracionistas y de autores de la generación del 98, hay cuadros de Carlos de Haes, venidos del Museo del Prado, que son los primeros ejercicios realistas de pintura al aire libre representando las dos zonas puestas en relación, la llanura y la montaña. También se muestra el gran cuadro «Autoridades del pueblo» (1920), en el que Zubiaurre plasma la esencia de esa España seca, o la obra maestra del nuestro cine mudo, La aldea maldita, que narra la historia de un pueblo abandonado por la falta de lluvia.

De Benet se presentan los mecanoescritos originales de su libro, varias fotografías de esos años en Vegamián, el mapa de la zona, Región, que dibujó con los topónimos de la novela y una película filmada por él mismo en la que se ve cómo la montaña próxima sirvió de cantera para la presa que transformaría el valle en un pantano.

En la parte del MUSAC se encuentran documentos técnicos , planos de ingeniería o expedientes de expropiación procedentes de la Confederación Hidrográfica del Duero, así como fotografías aéreas, decisivas en la transformación del territorio, frente a sus antecedentes paisajísticos del pionero fotógrafo Ortiz Echagüe. También se exhiben varios archivos personales, coleccionados de manera doméstica por personas que vivieron aquellos momentos y un gran mural de más de trescientas fotografías tomadas por un vecino, Miguel Carracedo, de las casas que luego quedaron sumergidas bajo el pantano.

En las dos sedes estos materiales conviven con el trabajo de artistas actuales, Anne-Laure Boyer, Juan Pablo Ordúñez/mawatreS, Chema Sarmiento, Carlos Irijalba, Manolo Laguillo, Rogelio López Cuenca y Elo Vega, Daniel G. Andújar, Abelardo Gil-Fournier, Valcárcel Medina, Ibon Aranberri y Hamish Fulton, que, como Haes lo hizo en su día, han salido hoy al campo para representar ese paisaje cambiado por la políticas del agua.

Bruno Marcos es comisario de la exposición «Región (Los relatos)» junto a Alfredo Puente

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