Deberes para Mañueco

Mañueco camina con ganas y marca sin pausa las líneas de su partido, para rehacerlo primero y lanzarlo hacia 2019 después. Ha configurado un equipo a su gusto con alguna inteligente concesión a Herrera y en los congresos provinciales espera ahormar el partido a su imagen y semejanza. En esta segunda tarea, tiene dos quebraderos de cabeza en Burgos y Valladolid, una vez que ha resuelto en León la penúltima escaramuza de Silván y compañía. No es buena noticia la presentación a la reelección de César Rico en una provincia que necesita trasformar estructuras de arriba abajo. Peor pintan las elecciones en Valladolid, con el enconamiento entre Carnero y el nada sólido oponente del aparato, Borja García. Los populares necesitan renovarse, pero un presidente de Diputación tiene poder de caciquear.

Mañueco intenta maniobrar, pero preferirá el pactismo al enfrentamiento, aunque Valladolid con Carnero es tierra quemada.

Las otras tareas deberían concentrarse en la lacra de los populares, la corrupción, donde la prudencia aconseja una auditoria interna. Es cierto que el partido con Herrera no ha tenido sobresaltos importantes y que su presidente ha vigilado este tema. Sin embargo debería evaluar el recorrido procesal de algunos casos abiertos, testar que los casos abiertos por la Audiencia Nacional no se ramifican en Castilla y León y analizar la importancia de los numerosos procesos en relación con las antiguas cajas de ahorros. Hasta la fecha la lentitud judicial y el taparse las vergüenzas populares, socialistas y sindicatos, que de todo había en los consejos, ha dejado sin relevancia la connivencia pasiva en la nefasta administración de las Cajas, pero la Justicia y Podemos pueden aventar el avispero cuando 2019 se acerque.