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Monseñor Braulio Rodríguez, durante el mensaje navideño facilitado mediante un video por el Arzobispado de Toledo

MENSAJE DE NAVIDADEl arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, reclama más diálogo y amor

«No todo va bien; hay poco deseo de entenderse, de dialogar»

TOLEDO Actualizado: Guardar
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El arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, subrayó, en su mensaje de Navidad que el Arzobispado falicitó a través de un video el pasado jueves, 24 de diciembre, que «no todo va bien» porque siguen existiendo en el mundo importantes problemas, como el «el odio, la violencia, el terrorismo salvaje», y que él percibe que hay «pocos deseos de entenderse, de dialogar», por lo que reclamó más diálogo.

A algunos, el mensaje del arzobispo primado les recordó la situación que vive estos días la política española, especialmente desde las elecciones generales del pasado domingo, 20 de diciembre, en que la fragmentación de partidos, sin mayorías estables en el Congreso de los Diputados, está dificultando la elección del nuevo presidente del Gobierno.

«Entenderse, dialogar» será necesario pues para conseguir este difícil objetivo, para el que los partidos políticos deberán iniciar una ronda de contactos y evitar la repetición de los comicios.

Pero, volviendo al mensaje navideño del arzobispo de Toledo, el prelado saludó a los fieles «en una noche especial, Nochebuena, a la vez sencilla y apacible, pero con una gotitas de nostalgia y sensación de que falta algo, la ternura de la niñez, alegría bullanguera de otros tiempo, nostalgia de los seres queridos que están en otro modo de existencia, pero que podemos sentir cercanos, porque es Nochebuena, Navidad».

Fue a continuación cuando dijo: «Sentimos también que a nuestro alrededor no todo va bien; sigue habiendo odio, violencia, terrotismo salvaje, pocas oportunidades para muchas personas enfermas y solas, y pocos deseos de entenderse, de dialogar».

Navidad es para todos

Añadió que «Jesús nos enseña que hay que compartir, salir de nosotros mismos, no ponernos en el centro y que todo gire en torno a mi. Se tiene que notar en los cristianos que alguien, sin dejar de ser lo que era, hijo de Dios, en un salto increíble, se vino hasta nosotros, a nuestro servicio, sin apenas hacer ruido». «Acercaos a los que están lejos o de los que nos hemos alejado» porque «el nacimiento de Cristo rompe barreras cuando sobran demasiadas. Dejaros amar por Dios para amar como Cristo».

«Tenemos derecho a la alegría del nacimiento de Jesús y si no sentís nada volveos a María y ella conseguirá de su hijo descubrir una nueva alegría, pero para todos» porque «tenemos en esto que cambiar. Mi felicidad no la consigo sin la felicidad de los demás; es difícil, pero no imposible».

Destacó que «sin duda, Navidad es para todos, incluso para los que no comparten nuestra fe o sienten no creer en nada ni nadie. En nuestra sociedad toledana hemos de empeñaros en respetarnos y buscar una fraternidad».

Por su parte, el obispo de Albacete, Ciriaco Benavente, en su mensaje navideño a sus fieles, resaltó la pobreza del Niño de Belén, «que nació pobre e indigente», y que «sigue llamando a las puertas de nuestro corazón, quiere contar con nosotros para ir transformando este mundo, de dolor y de muerte, en el Reino de Dios. Llama a la puerta de nuestro corazón en el grito de todos los que buscan un trabajo, de los enfermos, los encarcelados, los sin-techo, de los emigrantes y refugiados que se agolpan a las puertas de Europa demandando acogida y solidaridad». Dijo ser consciente, además, de que «hay personas que celebran la Navidad sin referencia religiosa alguna. Con todos ellos podemos compartir mucho trecho del camino: la llamada a la ternura, el convencimiento de que toda persona es digna de nuestro amor».

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