Extinguido el incendio de neumáticos de Seseña en la parte de Castilla-La Mancha

Veinte días después de que una enorme y densa columna de humo negro sobrevolara la urbanización del Quiñón, en Seseña, como consecuencia del incendio provocado en el mayor vertedero de neumáticos de Europa, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha anunció este jueves la extinción del fuego en esa parte de la región. Y, a día de hoy, falta por sofocar la zona de la Comunidad de Madrid, en el término de Valdemoro.

Estas labores, que se han producido «en un tiempo récord» si se compara con sucesos de características similares ocurridos en otros países, han supuesto el punto y aparte de una historia que, desde el principio, ha estado marcada por el desconcierto y el cruce de acusaciones entre políticos.

De momento, Castilla-La Mancha ya tiene los deberes hechos y ahora le corresponde a la comunidad vecina dar por finalizados estos trabajos.

El consejero castellano-manchego de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, y su homólogo de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, mostraron su «satisfacción» por esta «magnífica noticia» que ha permitido al Plan Territorial de Emergencia de Castilla-La Mancha (Platecam) rebajar el nivel 1 a fase de alerta.

La ralentización de la Comunidad de Madrid en estos trabajos se ha debido a una orden judicial que obligó a acordonar la zona en el término municipal del Valmojado para investigar las causas del incendio. Un acceso al área que ha estado restringido hasta el 27 de mayo, fecha a partir de la cual el juez autorizó la actuación en esa parcela. Pero ésta no ha sido la única causa que ha impedido una intervención más rápida; la reparación de una línea de alta tensión y la «incompatibilidad» por desarrollar los trabajos en ambos terrenos completan esa lista de motivos.

Reutilizar la parcela

Por su parte, la Comunidad de Castilla-La Mancha ya ha iniciado los trabajos para reutilizar la parcela y restaurarla medioambientalmente. Estas labores, que serán desarrolladas por dos de los mayores gestores autorizados en la región en recuperación de neumáticos, con sede en Campo de Criptana (Ciudad Real) y Chiloeches (Guadalajara), consistirán en la limpieza, el traslado y el reciclado de las ruedas.

Sin embargo, el consejero Ruiz Molina puntualizó que este proceso no será «inmediato», ya que los neumáticos no desaparecerán «el primer día». La empresa pública Tragsa será la encargada de la retirada del material para su posterior triturado. Si el proyecto acordado entre el Gobierno regional y la empresa Emgrisa sigue adelante, los neumáticos serán transformados en combustible para la climatización de edificios públicos en la región a través de la compra pública innovadora.

Se está evaluando el coste definitivo de este proceso, que estará completado «en diez días o dos semanas», y que será financiado en un 80% por los fondos Feder. El precio de la retirada, según indicó Ruiz Molina, podría variar, ya que, en un primer momento, se había calculado en unas 30.000 toneladas la cifra de piezas sin arder, pero tras algunas investigaciones este número se ha visto reducido a prácticamente la mitad.

Sin desgracias personales

En el aspecto sanitario, el consejero dio cuenta de que «no ha habido que lamentar ninguna desgracia personal», y que los casos que han sido atendidos en los centros de salud han sido «leves», con altas médicas «in situ». Incluso en muchas ocasiones, los pacientes han confundido los síntomas de la contaminación del aire con los de la alergia primaveral, según Ruiz Molina.

En cuanto a la calidad del aire, el consejero explicó que los datos han arrojado niveles inferiores a los límites legales establecidos, lo que no impide que «en determinados momentos» haya habido «puntas» de una mayor acumulación de partículas debido a la dirección del viento.

Añadió que la semana pasada se tomaron medidas por la acumulación de partículas en el interior y el exterior de dos colegios, el de la urbanización del Quiñón (la más próxima al incendio) y el Miguel Delibes, en el municipio toledano de El Viso de San Juan, a unos treinta kilómetros de Seseña. Según el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el interior de ambos centros escolares «no existían diferencias señalables», mientras que en el exterior, en el caso del Quiñón, «había una mayor concentración de partículas». Por esta razón, se procedió a limpiar el exterior con agua a presión.

Aún así, y ante la inminente apertura del colegio del Quiñón, prevista para el próximo lunes, la limpieza exterior del centro será diaria, por lo que los escolares «podrán salir al patio sin problema cuando se reanuden las clases».

Por su parte, Ecologistas en Acción volvieron a poner en tela de juicio las palabras del consejero y aseguraron que los nuevos datos de las mediciones del Quiñón «confirman que ha habido niveles muy altos de contaminantes que tienen sustancias cancerígenas».

Por otro lado, desde el inicio del incendio, el Gobierno regional ha estado en colaboración con el CSIC y el Instituto de Salud Carlos III, y esta semana ha creado una comisión de expertos en calidad del aire, al frente de la cual está el catedrático de Químicas Ernesto Martínez Ataz, exrector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). El principal objetivo de este grupo será la medición y el estudio de la calidad del aire y la posterior recopilación de informes relativos a la contaminación y monitorización ambiental.