El Rey entrega una de las cinco alabardas este jueves a la Brigada «Rey Alfonso XIII» de la Legión en el Palacio Real
El Rey entrega una de las cinco alabardas este jueves a la Brigada «Rey Alfonso XIII» de la Legión en el Palacio Real - MATÍAS NIETO

El Rey reafirma su vínculo con la Legión

Don Felipe renueva 23 años después las alarbardas que Don Juan Carlos entregó a los Tercios

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Rey ha reafirmado en la mañana de este jueves su vínculo con la Legión durante un acto solemne celebrado en el Palacio Real. Vestido con el uniforme de capitán general de la Armada, Don Felipe ha entregado cinco nuevas alabardas, seña de identidad genuina de la Guardia Real, a la Brigada «Rey Alfonso XIII» II de la Legión y a los cuatro Tercios de la Legión.

Estas alabardas, que llevan inscrito el nombre de «Felipe VI», el escudo de su Reinado y el año de su proclamación como Rey, «2014», sustituyen a las que les entregó Don Juan Carlos en 1993, cuando recibió a los militares de la Agrupación Canarias que regresaban tras seis meses de misión de Croacia y Bosnia-Herzegovina.

Tras recibir las nuevas alabardas, los legionarios colgaron sus Guiones de los nuevos mástiles en presencia del Rey.

La entrega de las cinco alabardas a los representantes del Cuartel General de la Brigada de la Legión y los cuatro Tercios legionarios ha tenido lugar durante una de las tres audiencias militares que concedió el Rey en el Palacio Real. En las otras dos, Don Felipe recibió a una comisión de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil y a un grupo de coroneles y capitanes de navío.

Las alabardas han sido recibidas por el general jefe de la Brigada «Rey Alfonso XIII» II, Juan Jesús Martín Cabrero, y por los coroneles jefes de los cuatro Tercios de la Legión. A estas cinco nuevas alabardas se suma una sexta, la llamada «Alabarda Expedicionaria», que el Rey concedió a la Legión con motivo de la creación de la Agrupación de Apoyo a Irak. Esta alabarda se portará en los guiones de las agrupaciones legionarias que se desplacen en misiones por el mundo.

Las Reales Alabardas fueron unos de los primeros elementos que se adaptaron con motivo de la proclamación del Rey. Fue entonces cuando la Guardia Real procedió a modificar la simbología de sus uniformes y distintivos, con el nuevo escudo de armas y el nuevo blasón.

La Alabarda, señal de identidad más genuina de la Guardia Real, es un arma enastada, más ligera y de menor longitud que la pica. La moharra, de acero, consta de tres partes, la superior en forma de punta de lanza y una base que se compone de dos lados con cuchillo y media luna respectivamente. En los Ejércitos de España era empleada por tropas escogidas dedicadas a la guardia personal de Reyes y altas personalidades. Durante los siglos XVI y XVII fue usada por los Sargentos como símbolo de Mando.