La sequía sigue azotando a la cuenca del Ebro: sus embalses, a menos de la mitad

La sequía sigue azotando a la cuenca del Ebro y mantiene a sus embalses con una acusada escasez de reservas. En pleno otoño, cuando las lluvias ya deberían haber hecho remontar la situación de los pantanos, la realidad es que la sequía mantiene a los embalses con una inusual escasez en esta época del año.

Según el último parte semanal que acaba de comunicar la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el conjunto de la red de embalses de la cuenca se encuentra actualmente al 43% de su capacidad máxima, cuando la media del último quinquenio ha sido del 54% .

La peor situación se sigue dando en el eje del Ebro y en la margen derecha, fundamentalmente en el valle del Jalón.

En el caso del Jalón, el embalse de La Tranquera continúa en situación crítica, pese a haber aumentado muy levemente sus reservas en la última semana. Actualmente se encuentra a tan solo el 17,4% de su capacidad, únicamente con unas reservas de 14,2 hectómetros cúbicos. Son un 18% inferiores a las que tenía hace justo un año, y eso que por entonces ya estaba afectado por la sequía.

Del embalse de La Tranquera dependen no solo los regadíos de todo el extenso valle agrícola del Jalón, sino también el abastecimiento de agua potable a Calatayud, la ciudad con más población de Aragón tras las tres capitales de provincia.

El conjunto de los embalses de la cuenca del Ebro albergan actualmente 3.272 hectómetros cúbicos de agua, casi mil hectómetros cúbicos menos que la media del último quinquenio en estas mismas fechas.