Rivera exhibe su distancia con Rajoy y sus exigencias al PP mientras pide a Sánchez que no sea un obstáculo

Como si se tratara del primer capítulo de Borgen, Albert Rivera, se subió a la tribuna de oradores, proclamó que «en el centro está la virtud, mostró su disgusto por el «tono» empleado en el debate entre Mariano Rajoy y exhibió tres cosas: que no se fía de Rajoy, que considera un mal menor su Gobierno y que ofrece al PSOE su colaboración para legislar juntos desde la oposición y controlar al futuro Gobierno.

Comenzó Rivera anunciando lo que venía: una catarata de medidas sobre el acuerdo alcanzado con el PP, mientras le dejaba un recado a Podemos: «La nueva política, por lo menos Ciudadanos, no ha venido a hacer proclamas ni hacer épica de laboratorio». Y otro al PSOE: «se equivocan los que piensan solo en las urnas.

En sus intereses de partido, o lo que es peor, en intereses de partido».

Pero a partir de ahí ha comenzado a glosar todo lo que le diferencia del PP, criticando buena parte de las medidas adoptadas por Rajoy desde 2011. Citó Rivera los recortes en Educación, Sanidad y Dependencia, y acusó al PP de haber legislado sin sensibilidad para entender que «tres millones de españoles han dejado de ser clase media».

Ha seguido Rivera criticando la «politización de nuestra Justicia» y respecto al empleo le ha reprochado que se «conforme» y diga que «vamos bien»: «El conformismo no es la solución para que los españoles se involucren en su país. Quien quiere a su país tiene que ser más crítico».

Rivera ha puesto en valor el papel de su partido, que «se ha sentado a hablar con los que no se hablan», y ahí ha empezado a dirigirse a Sánchez porque del acuerdo con el PP «100 de ellas acordadas con el PSOE», al que le ha recordado que «tenemos un espacio común para aplicar políticas de consenso».

Ha intendo Rivera destacar su perfil de hombre de pactos: «No reniego de llegar a acuerdos. Estoy orgulloso de llegar acuerdos con los que piensan distinto. Hay quien juega a buscar las diferencias. Yo prefiero jugar a unir los puntos y acabar haciendo un dibujo que es el proyecto común español, porque diferencuas siempre las habrá».

El presidente de Ciudadanos ha recordado que su primera propuesta fue un Gobierno de PP, PSOE y Ciudadanos con otro presidente distinto a Rajoy. «Creo que sigue siendo lo que necesita este país», afirmó, pero rápidamente explicó que al no ser posible «antes de dejar a este país sin gobierno prefiero que gobierne la lista más votada con condiciones y exigencias». Y ahí aprovecho para lanzar un dardo a Sánchez: «Otros piensan que o gobiernan ellos o todo lo demás es malo» y le ha espetado que «quien espera ser presidente de su país no puede ser un obstáculo».

El líder de Ciudadanos ha glosado algunas de las medidas pactadas con el PP, destacando aquellos puntos en los que el PSOE podrían estar de acuerdo: autónomos, startupos, aumento gasto en innovación, que se revierta el 100% de la amnistía fiscal, complemento salarial, pobreza infantil, aumento del gasto en dependencia, igualar las bajas por maternidad y paternidad.

Se ha dejado una para iniciar la confrontación con el líder de Podemos, Pablo Iglesias: «La dación en pago. Tome nota señor Iglesias. Ustedes son más de CNI, nosotros somos más de dación en pago». Con Iglesias ha iniciado un choque, también el líder de Podemos confrontó con él en su discurso, y lo hizo a cuenta de sus insultos en el pasado a Felipe González y a cómo hoy Iglesias se ha referido a Adolfo Suárez, al que según Rivera, Iglesias ha tratado «como un títerete». Rivera le ha pedido «respeto» para los expresidentes de España: «Usted es más partidario de hombres de Estado como Otegi, yo soy más partidario de González y Suárez».

También ha querido destacar mucho Rivera las reformas sobre el CGPJ, el Tribunal Constitucional o la Fiscalía General del Estado. Y ahí le ha reprochado a Rajoy que «hicieron pocas o ninguna cosa contra la corrupción. Empezando por su partido. Todos los tesoreros del PP han acabo imputados». Ha asegurado el líder naranja que como «no nos fiamos» por eso han pedido una comisión de investigación sobre la financiación del PP.

Rivera ha querido terminar con lo que es crucial para que la investidura comience y a lo que se ha dedicado mucho en su discurso: la apelación al PSOE. El líder de Ciudadanos le ha ofrecido una especie de alianza en la oposición: «Podemos legislar, controlar a un Gobierno que no tiene mayoría», y le ha pedido que «valoren la dimensión de esos 85 escaños si el PP gobierna en minoría».