PerfilBalti Picornell, o la posibilidad de redimirse

El nuevo presidente del Parlamento balear suscita recelos por su reciente pasado de activismo político

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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A priori, elegir a una persona republicana, anticlerical, activista política y animalista para presidir el Parlamento balear no parece la mejor de las propuestas posibles, no por dichas ideas, por supuesto, sino porque ocupar el citado cargo implica representar a todos los ciudadanos de Baleares y ser la segunda autoridad institucional de la Comunidad. A lo largo de los próximos meses, el diputado de Podemos Baltasar —Balti— Picornell (Felanitx, 1977) tendrá la ocasión de poder demostrar si los fuertes recelos que ha suscitado su designación estaban o no justificados.

Picornell releva ahora a Xelo Huertas, que fue destituida del cargo el pasado 25 de enero, después de que con anterioridad hubiera sido expulsada de Podemos y del Grupo Parlamentario por un presunto incumplimiento del código ético de la formación.

En la convulsa historia parlamentaria de Baleares no es la primera vez que se produce una situación de este tipo.

Así, un año antes de que concluyera la legislatura 2007-2011 dimitió como presidenta de la Cámara la entonces líder de UM, Maria Antònia Munar, por la acumulación de casos de corrupción en el seno de su partido. En aquel mandato, gobernaba en la Comunidad un tripartito conformado por el PSOE, el BLOC —antecedente de MÉS— y UM. Munar acabaría ingresando en la cárcel en julio de 2013, en donde está cumpliendo en la actualidad una pena global de once años y medio de prisión.

La sucesora de Munar como presidenta del Parlamento regional fue la socialista Aina Rado. Posteriormente, en la pasada legislatura, la persona escogida para presidir la Cámara fue el popular Pere Rotger, quien en diciembre de 2012 se vio obligado a presentar su dimisión del cargo, tras confirmarse su imputación en el caso Over. Dicha imputación acabaría siendo archivada por el juez en noviembre de 2015. El sucesor de Rotger fue en su momento la también popular Margalida Durán.

En la presente legislatura, el PSOE, MÉS y Podemos gobiernan en las principales instituciones de Baleares. Ello explicaría por qué socialistas y econacionalistas han acabado votando finalmente a favor del único candidato que había propuesto Podemos para relevar a Huertas, ya que temían una posible ruptura de todos los tripartitos en caso de no apoyar a Picornell. El PSOE y MÉS hubieran preferido a una persona con un perfil más institucional, como por ejemplo las diputadas de la formación morada Laura Camargo o Marta Maicas, pero Podemos no lo aceptó.

El hecho de que Picornell sea carpintero mecánico de oficio y no tenga estudios universitarios no había provocado, en cambio, ninguna crítica ni ninguna reacción negativa por parte de socialistas y de econacionalistas. En ese sentido, el líder de Podemos Baleares, Alberto Jarabo, tuvo que pedir disculpas públicamente después de haber dejado entrever en una rueda de prensa que el posible rechazo a Picornell podría estar motivado sólo por razones clasistas.

Por otra parte, hay que recordar que la responsabilidad de la larga crisis institucional que se puede haber cerrado este martes de forma definitiva corresponde única y exclusivamente a Podemos. La formación morada expedientó y expulsó a Huertas y a la diputada Montserrat Seijas tras acusarlas de haber intentado favorecer a un militante, imputaciones que finalmente no han quedado en absoluto demostradas. En un gesto de elegancia política, tanto Huertas como Seijas, ahora en el Grupo Mixto, han votado esta mañana a favor de Picornell.

El primer discurso de Picornell como nuevo presidente de la Cámara ha sido comedido, correcto, integrador, muy lejos, por tanto, de algunos textos propios que aparecen en su perfil de Facebook, en donde algunos posicionamientos anteriores parecían más cercanos al odio que a la legítima crítica de determinadas ideas contrarias a las suyas. Por lo que respecta a su manera de vestir en el pleno de este martes, también ha estado marcada por la discreción, con el pelo recogido y una elegante camisa de color lila.

Picornell ha citado en su intervención de esta mañana al filósofo recientemente fallecido Tzvetan Teodorov, cuando escribió que el significado de la democracia es «dar poder a las personas». Este gran pensador afirmó también en cierta ocasión que un signo de civilización es ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, «saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos desde fuera».

Si Picornell acabase haciendo igualmente suya esa manera de entender la actividad parlamentaria, seguramente se acabaría ganando el agradecimiento de la mayor parte de la ciudadanía balear, hoy más cansada que nunca por escándalos de todo tipo. Como mínimo, nuestro respeto como nuevo presidente de la Cámara hoy ya lo tiene.

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