Baltasar Picornell, nuevo presidente del Parlamento balear
Baltasar Picornell, nuevo presidente del Parlamento balear - EFE

El activista republicano Balti Picornell, nuevo presidente del Parlamento balear

El único candidato propuesto por Podemos para sustituir a Xelo Huertas cuenta con el apoyo del PSOE y de MÉS

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El diputado de Podemos Baltasar —Balti— Picornell ha sido elegido este martes nuevo presidente del Parlamento balear, en sustitución de Xelo Huertas, que había sido destituida del cargo el pasado 25 de enero. Huertas había sido expulsada previamente de la formación morada por un presunto incumplimiento del código ético del partido. Esa misma situación se había dado también con la diputada Montserrat Seijas. Tanto Huertas como Seijas forman hoy parte del Grupo Mixto.

En el pleno ordinario celebrado esta mañana, Picornell ha contado con 34 votos a favor sobre un total de 59 escaños, otorgados por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos, así como por Huertas y por Seijas. Las formaciones Proposta per les Illes (PI) y Ciudadanos han votado en blanco, mientras que el PP ha apoyado a su propia candidata al cargo, Nuria Riera, que ha obtenido 20 votos en total.

Picornell, carpintero mecánico de oficio, nació en el municipio mallorquín de Felanitx hace 39 años. Su activismo político empezó en Unión por la Tercera República y más adelante pasó a ser miembro de la Unidad Cívica por la República Balear. Además, ha participado de forma activa en la Asamblea Republicana de Mallorca. Hace un año y medio, al tomar posesión de su acta de diputado, prometió el cargo «por imperativo legal» y dijo que trabajaría «para parar la continuidad» de la Monarquía.

El nuevo presidente de la Cámara había sido la única persona propuesta ahora para el cargo por parte de la formación morada. Tanto el PSOE como MÉS hubieran preferido a una persona con un perfil más institucional, pero finalmente han transigido ante Podemos, que había amagado con romper el pacto de gobernabilidad suscrito en junio de 2015 en caso de que socialistas y econacionalistas no aceptasen a su candidato.

«Sé que tendré que representar a toda la ciudadanía de las Islas Baleares», señaló ayer lunes Picornell en rueda de prensa, en un tono conciliador, para intentar acallar las posibles suspicacias despertadas por el hecho de ser un activista republicano y anticlerical.

Elogio de la democracia

En su primer discurso institucional, ya como nuevo presidente de la Cámara, Picornell ha empezado su intervención señalando: «Sean mis primeras palabras para elogiar la democracia». A continuación, ha afirmado que cree que son necesarios «más y mejor democracia, más y mejor parlamentarismo, más y mejor autogobierno» en la Comunidad. En un tono en todo momento comedido, Picornell ha indicado igualmente que el Parlamento autonómico debería pensar en «las personas más débiles de nuestra sociedad».

Picornell se ha comprometido a continuación a «cumplir y hacer cumplir el reglamento» de la Cámara, institución que debería ser «la casa de la gente». Poco antes de concluir su intervención, ha señalado que «por gritar más, no se tiene más razón». Sus palabras han concluido con sendos vivas a Formentera, Ibiza, Menorca y Mallorca. Su discurso ha sido aplaudido por el PSOE, MÉS y Podemos, así como por Huertas y por Seijas.

La crisis institucional que parece haberse cerrado este martes se había iniciado el pasado mes de noviembre, cuando Huertas y Seijas fueron suspendidas cautelarmente de militancia por haber amagado, en un chat interno, con no apoyar los Presupuestos de la Comunidad de 2017 si no se renovaba un convenio que el laboratorio científico del dirigente de Podemos Daniel Bachiller tenía suscrito desde hacía una década con el Gobierno balear. La Comisión de Garantías regional fue la que informó del caso al órgano equivalente estatal.

El proceso disciplinario culminó finalmente con la expulsión definitiva de Huertas y de Seijas de Podemos, a pesar de que finalmente las dos votaron a favor de los Presupuestos, al igual que sus ya excompañeros de partido. La expulsión de Huertas del Grupo Parlamentario de Podemos supuso además, tras varias semanas de incertidumbre, su posterior destitución como presidenta de la Cámara.

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