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Pedro Sánchez en los pasillos del Congreso este lunes - ISABEL PERMUY

Sánchez se reúne con Rivera en secreto para hablar de su investidura

Las negociaciones se prolongan toda la noche con diferencias en el mercado laboral

MADRID Actualizado: Guardar
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Mientras el PSOE se reunía con los partidos a su izquierda, José Enrique Serrano, ex director de gabinete de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, se reunía con el equipo de negociadores de Ciudadanos. A esa misma hora, Albert Rivera y Pedro Sánchez se reunían de manera discreta durante una hora en el Congreso de los Diputados para tratar de cerrar un acuerdo que ayer cerca de la medianoche seguía sin estar claro. Fuentes de las negociaciones valoraban el acuerdo cerca de la medianoche como «difícil pero posible».

El presidente de Ciudadanos ha convocado una rueda de prensa para hoy a las once de la mañana, pero desde la formación naranja insistían en las últimas horas del día en que el acuerdo «no estaba cerrado».

Fuentes conocedoras del estado de las negociaciones apuntaban que los equipos de ambos partidos habían acercado posturas en materia fiscal. «Siguen existiendo grumos que impiden el acuerdo, aunque a lo largo de toda la tarde se han limado muchos de ellos», describía una de las personas presentes en la reunión.

Senado y diputaciones

Lo que Ciudadanos denomina pinchar la burbuja política aparece en el último apartado de las negociaciones. Desde la mesa donde se desarrollan los trabajos se asegura que la supresión de las diputaciones provinciales estaba siendo un difícil escollo, mientras que en lo que respecta al Senado estaba cerca de alcanzarse un consenso para lograr una reforma de la Cámara Alta, con una reducción sustancial de sus miembros y un cambio de sus funciones para asemejarlo al modelo del Bundesrat alemán. El principal escollo sigue siendo en cualquier caso el mercado laboral, donde Ciudadanos insiste en reformar ampliamente el modelo de contratos.

Rueda de prensa hoy

La convocatoria de la rueda de prensa aprieta el botón que inicia la cuenta atrás. El acuerdo con el PSOE recogerá gran parte de las políticas reformistas de Ciudadanos o no será. El líder del partido centrista aseguró ayer en una entrevista en la Cadena Ser que no descartaba entrar a formar parte de un Gobierno de Pedro Sánchez «si hay un gran acuerdo». Tras meses asegurando que no entraría en un Ejecutivo que no presidiese, el líder del partido culminó ayer un cambio de estrategia que viene labrándose desde las pasadas elecciones. Desde entonces, Rivera evitaba negar esta posibilidad, y la supeditaba a un acuerdo programático. Rivera dejó claro que lo que persigue es «un pacto de Gobierno con el PSOE para toda la legislatura».

Rivera ofrece así cruzar su principal línea roja, con el coste que ello conlleva, con el objetivo de dar más estabilidad al futuro Ejecutivo. Pero todo a cambio de que en el futuro acuerdo se incluyan gran parte de las reformas que plantea su formación. También como una forma de apurar la negociación y llevarla hasta tal extremo que la puedan hacer descarrilar. Fuentes muy próximas al presidente del partido defendían que «es Sánchez el que quiere ser presidente», y argumentan que finalmente se pudiera tomar la decisión de apoyar la investidura o de entrar en un Gobierno en que «no vamos a votar en contra de nuestro proyecto» si fruto de las negociaciones «la gran mayoría de las reformas serían las nuestras». Una cosa es eso, defienden, y otra votar sí a un proyecto «que no es el nuestro».

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