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El AVE Madrid-Barcelona costó 1.732 millones más, según declaró el Tribunal de Cuentas en 2014

El organismo criticó al presidente del extinto Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) por haber realizado un «uso abusivo» de la facultad de iniciar los expedientes de obra por razones de urgencia

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La construcción del AVE Madrid-Barcelona costó un 31,4% más de lo previsto, más de 1.700 millones de euros adicionales, y todo ello pese a que en el proceso de adjudicación de contratos se habían conseguido ahorros respecto a los precios de licitación de los diferentes proyectos. Esta mañana se están produciendo registros en las sedes de Adif de Madrid y Barcelona en relación a estos sobrecostes.

Así lo señaló el Tribunal de Cuentas en el 'Informe de fiscalización de las principales contrataciones relacionadas con la construcción de la línea férrea de alta velocidad Madrid-Barcelona, desarrolladas desde el 1 de enero de 2002 y hasta la puesta en funcionamiento de la línea'. Este documento fue presentado por el presidente del organismo, Ramón Álvarez de Miranda, ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Relaciones con el Tribunal de Cuentas.

14,4 millones por kilómetro

Según Álvarez de Miranda, la construcción de los 621 kilómetros de línea ferroviaria que separan la capital de la Ciudad Condal fue adjudicada por 7.235 millones de euros.

Sin embargo, el coste final del proyecto ascendió a 8.967 millones de euros, lo que supone un desvío global del 31,4% respecto del precio de adjudicación, un sobrecoste de 1.732 millones de euros. Con esto, cada kilómetro de la línea salió a 14,4 millones de euros.

En concreto, los contratos de obras recibieron 5.406 millones de euros, un 10% menos de lo licitado inicialmente. Sin embargo, este ahorro se convirtió finalmente en un sobreprecio del 35,5%, ya que el monto total de las obras se acabó elevando a 7.326 millones y retrasando 4,5 meses de media los diferentes plazos.

El Tribunal critica duramente la actuación del presidente del extinto Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), organismo antecesor de Adif, por haber realizado un «uso abusivo» de la facultad que tiene de iniciar los expedientes de obra por razones de urgencia, un procedimiento que utilizó en todos los casos, saltándose así al órgano de contratación regular, que es el consejo de administración. «Dicha urgencia alegada no se ha podido apreciar ya que todos los contratos fueron tramitados por el procedimiento ordinario del concurso abierto, sin reducción de plazos», añade.

Con respecto a los contratos de asistencia técnica, en el global de los años de construcción del AVE entre Madrid y Barcelona (de 1993 a 2008) se gastaron 474 millones de euros, un 27,4% más de lo previsto.

Según Álvarez de Miranda, tanto los desvíos presupuestarios como los retrasos en los plazos de ejecución (que a su vez conllevan sobrecostes generalmente) se concentraron de forma mayoritaria en los últimos años de ejecución de las obras, en parte por la mayor dificultad de esos proyectos.

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