poster Vídeo
Carolina Bescansa, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en un acto en octubre de 2015 - Isabel Permuy

Iglesias y Errejón se medirán por el control de un Podemos herido tras el paso atrás de Bescansa

El secretario general liderará también la candidatura al Consejo Ciudadano para vincular lo más posible una votación a la otra y evitar poner a alguien de su equipo a competir contra Errejón

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hacía ya tiempo que Carolina Bescansa no aparecía en un primer plano en las crónicas que narraban la crisis de Podemos. La formación de la que fue cofundadora lleva meses encerrada en una discusión interna que ha polarizado la vida en el partido. O se está con Íñigo Errejón o se está con Pablo Iglesias. Unos por empeño y otros por inercia, pero todos han tomado partido. Desde el más reconocido diputado hasta el último asesor en llegar.

El pretendido término medio que intentó adoptar Bescansa ha terminado por arruinar su posición dentro del partido. Los errejonistas siempre vieron en ella una figura con la que podrían compartir sus principales puntos teóricos, a la vez que sabían que su lealtad personal a Iglesias la impedían confrontar contra él.

En la reciente consulta a las bases, Bescansa apoyó la propuesta de Echenique que representaba al pablismo. Pero por otro lado no participó en la campaña contra Errejón en redes sociales del día de nochebuena. Esa posición intermedia la llevó a lanzar hace unas semanas su propia plataforma, "Pensando Vistalegre", cuyo fin declarado era promover la unidad entre las candidaturas en liza. Pero el sentir en su entorno es que no la tomaron en serio en ningún momento. Convocó una reunión el pasado sábado para buscar espacios de entendimiento a la que no acudió ningún representante del equipo de Iglesias.

En la tarde de ayer, Bescansa y el responsable de Economía, Nacho Álvarez, sorprendían con una carta a los inscritos en la que anunciaban que dejaban sus actuales funciones en la Ejecutiva del partido y manifestaban que no se integrarían en ninguna lista. Acusaban a su vez a Iglesias y Errejón de dar la espalda al diálogo: « Pensamos que son los equipos más fuertes los que están actuando de espaldas a la voluntad de diálogo y acuerdo, voluntad que es compartida por la gran mayoría de las personas inscritas en Podemos. Por eso no podemos integrarnos en ninguna de las listas que competirán por la dirección política de la organización». Nunca desde dentro del partido una voz tan potente había expresado con tanta crudez la situación actual: La polarización entre Iglesias y Errejón está tensionando Podemos al límite.

Otros de los fundadores, Luis Alegre, exsecretario general en la Comunidad de Madrid, lamentaba su marcha a través de un tuit en el que hablaba de la "irresponsabilidad general". Bescansa, Alegre, Iglesias, Errejón y Monedero eran los cinco integrantes del conocido como "equipo promotor" de Podemos. Sus destinos se separan apenas tres años después.

Iglesias, candidato doble

El portazo de Bescansa puso luz sobre unos acontecimientos que desde hace días ya parecían inevitables. Al caer la medianoche acababa el plazo para que Íñigo Errejón y Pablo Iglesias alcanzasen un acuerdo en el documento político y se evitase así la confrontación. Al no hacerlo, los inscritos tendrán que elegir entre una y otra tesis, a la vez que votan la composición de la dirección (el Consejo Ciudadano Estatal, compuesto por 62 miembros)

En Podemos la elección del secretario general se hace por un lado, y se separa de la votación del CCE. Iglesias será candidato a liderar el partido, con lo que de facto ya iba a ser miembro del CCE. Pero el secretario general ha optado por presentarse también como número uno en la candidatura de su equipo al CCE.

Con este movimiento Iglesias busca vincular todavía más una elección a la otra. Aunque desde los errejonistas se hacen la lectura de que no quería poner ni a Montero ni a Echenique a encabezar una lista que confrontaría directamente con otra que encabeza Errejón. El secretario político siempre ha rechazado disputar a Iglesias la secretaría general. Su forma de competir era presentar un programa político diferenciado y liderar una lista alternativa a la dirección.

Además, hasta ahora Iglesias había asegurado que si su documento político perdía frente a Errejón dejaría de ser secretario general, con lo que perdería su puesto también en la dirección de Podemos. Ahora, al ser candidato también al CCE, en caso de producirse esa eventualidad, seguiría manteniéndose en el órgano de dirección del partido. La idea del plebiscito pierde fuerza, a la vez que gana peso la del cara a cara entre los dos líderes.

En esas dos listas diferenciadas con las que Iglesias y Errejón competirán, ambos han incorporado fichajes, pero lo más relevante es cómo han posicionado a sus principales lugartenientes. La lista de Iglesias con Irene Montero, Pablo Echenique, Gloria Elizo, Rafael Mayoral y ex Jemad Julio Rodríguez como miembros más destacados. Mientras que Errejón se rodeará de Clara Serra, Pablo Bustinduy, Rita Maestre y Jorge Moruno.

Ver los comentarios