La presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el hemiciclo de la Cámara
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el hemiciclo de la Cámara - Ángel de Antonio

El hemiciclo más conciliador

Ana Pastor arrincona el parlamentarismo de pancarta y sopesa adelantar el Pleno del martes a las doce de la mañana

Madrid Actualizado: Guardar
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Los primeros compases parlamentarios de la legislatura vienen acompañados inexcusablemente de una palabra: conciliación. Entre posturas políticas pero también entre nuevas formas de organización y viejas tradiciones parlamentarias. Este nuevo ambiente que se respira en el Congreso tiene nombre propio.

La presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, ejecutiva hasta la médula, se ha puesto manos a la obra para reformar sin ruido aquello que veía mejorable. Primero, las faltas de respeto en los plenos como fórmula para conseguir minutos en la televisión. No deja pasar ni una sin asestar, en privado, la reprimenda correspondiente. «Hablo mucho con los diputados de forma bilateral porque tengo que velar por el prestigio de la institución. Les traslado que cuando se salen del reglamento atacan a la institución y que tenemos que ser mejor que la media en respeto y venir a dar lo mejor de nosotros mismos», admite a ABC.

La fórmula ha tenido éxito y ha conseguido arrinconar el parlamentarismo pancartero e instaurar un clima de cordialidad que ahora quiere impulsar pero en otro sentido: entre la vida parlamentaria y la personal.

El adelanto de los Plenosde los martes una hora, a las tres de la tarde, no ha sido un guiño aislado sino el primer paso para practicar un cambio profundo de mentalidad. El siguiente paso que sopesa, según varias portavoces parlamentarias, es adelantar ese mismo Pleno a las doce de la mañana para acabar a las cinco o seis de la tarde. Una fórmula que ya ha transmitido de manera informal a los grupos y a la que se oponen los portavoces varones, porque les obligaría a recolocar sus habituales ruedas de prensa, según las mismas fuentes. Un obstáculo para el que Pastor está dispuesta a ofrecer soluciones.

La reducción de los tiempos de intervención como fórmula para agilizar y reducir los debates es otra idea con la que le gustaría completar esta revolución silenciosa. «Muchos diputados coinciden en que no saben cómo rellenar tanto tiempo de intervención», admite. La excesiva duración de los debates trae como consecuencia que el hemiciclo esté prácticamente siempre medio vacío, excepto para las votaciones.

Una fórmula como la reducción de los tiempos de intervención solo es planteable en este momento porque la presidenta del Congreso se ha ganado el respeto de todos los grupos, respetando a todos primero. El cambio de ambiente no solo se palpa en los plenos. También en las reuniones de la Mesa donde existe «una cordialidad que nunca se había visto», presume Pastor.

Detrás de las cámaras

El portavoz parlamentario de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, reconoce que «no es una tarea fácil». «A pesar de la dureza de las intervenciones parlamentarias, detrás de las cámaras nos toca mantener un trato cordial. Aunque los idearios sean completamente diferentes y haya discusiones y enfrentamientos, es fundamental que el poder legislativo funcione», explica.

Sin embargo, todos los demás grupos señalan a la formación morada como foco de interferencias por su complicada organización interna. «Podemos está enormemente disipado, no se puede contar con ellos prácticamente para nada. Tienen un lío interno importante y están en lo que están», reflexiona el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando.

La portavoz adjunta del PSOE, Isabel Rodríguez, le secunda. «Creo que es por su inexperiencia pero cuesta comunicarse con ellos, sobre todo en las comisiones, a los portavoces de área cuesta localizarlos, cuesta que nos manifiesten quién lleva cada una de las intervenciones, de las áreas. Deben trabajar en ser más serios y rigurosos en el trabajo parlamentario». Errejón niega la mayor. «No será tan difícil llegar a acuerdos con nosotros cuando tantas iniciativas (salario, pensiones o renta básica) han salido adelante con el acuerdo de todos los grupos políticos aislando al Partido Popular y Ciudadanos», se defiende.

Pero el secretario general de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, discrepa. «Con Podemos es muy complicado negociar. No sabes con quién hacerlo y muchas veces lo que se pacta no se cumple», critica.

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