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Trillo, en La Moncloa durante un encuentro entre Rajoy y May - JAIME GARCÍA

El Gobierno tenía previsto desde marzo el relevo de Trillo en Londres

El bloqueo político de 2016 impidió el cambio del exministro y de otros 42 embajadores

Madrid Actualizado: Guardar
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El Gobierno tenía previsto llevar a cabo el relevo de Federico Trillo-Figueroa como embajador en Londres, en torno al mes de marzo del pasado año, pero no llegó a hacerlo por encontrarse en funciones durante la mayor parte de 2016, a causa del bloqueo político vivido en España.

Junto a Trillo debían haber sido cambiados, a lo largo de 2016, otros 42 jefes de Misión, según la convocatoria hecha pública en octubre de 2015 por el Ministerio de Asuntos Exteriores en cumplimiento del Reglamento de la Carrera Diplomática. Las Embajadas afectadas eran aquellas en las que el embajador llegaba a la edad de jubilación o cumplía un máximo de cuatro años de permanencia en el cargo.

El hecho de que no se alcanzara un acuerdo para formar nuevo Gobierno, llevó a Mariano Rajoy a decidir paralizar el nombramiento de embajadores, hasta el punto de que, desde septiembre de 2015, no se hizo ninguno.

Se optó por mantener en el puesto a los que ya estaban, incluidos media docena que ya habían llegado a la edad de jubilación, como los titulares en Roma, Javier Elorza; o en Moscú, José Ignacio Carbajal.

Aspirantes a Londres

Tras ser convocadas las vacantes para 2016, varios diplomáticos, que consideraban que reunían los requisitos necesarios, presentaron su solicitud para ser embajadores en el Reino Unido. Entre ellos estaba Alfonso Dastis, a quien, un año después, Rajoy hizo ministro de Asuntos Exteriores.

Es decir, que si no hubiera existido el prolongado bloqueo político, Trillo habría abandonado la Embajada posiblemente en marzo o abril de 2016, una vez que se hubiera llevado a cabo, a comienzos de marzo, el proyectado viaje de los Reyes al Reino Unido, que finalmente tuvo que ser aplazado por el mismo motivo.

En las últimas semanas se volvió a hablar de la posibilidad de que Don Felipe y Doña Letizia hicieran ese viaje en marzo de este año, lo que podría haber hecho que Trillo siguiera hasta su realización. Sin embargo, la idea ha quedado descartada, entre otras razones porque, precisamente a finales de marzo, es cuando el Gobierno británico podría invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa para comenzar las negociaciones de desconexión del Reino Unido de la Unión Europea, y no parecía muy oportuna la presencia de los Reyes en ese país en tal momento.

Teniendo en cuenta que no hay ninguna fecha para que tenga lugar el viaje, todo hacía pensar que a comienzos de este año, el Gobierno pediría a Londres el plácet para nombrar un nuevo embajador. Como lo normal es que la concesión tarde entre uno y dos meses, el relevo de Trillo se produciría en torno al mes de marzo.

Sin relación con el Yak 42

De ahí que fuentes gubernamentales hayan insistido estos días en que el futuro cese de Trillo en su cargo de embajador no está relacionado con el dictamen del Consejo de Estado sobre el accidente del Yakolev 42 en el que murieron 62 militares españoles. El dictamen responsabiliza al Ministerio de Defensa del siniestro y los familiares de las víctimas y los partidos de la oposición han reclamado la destitución de Trillo.

Al igual que Trillo, otros 42 embajadores iban a ser sustituidos en 2016 por los motivos citados. También debía ser cubierta la vacante de Jamaica, por fallecimiento de su titular, Anibal Jiménez Abascal, en diciembre de 2015.

A ellos hay que sumar las 26 vacantes sacadas a concurso en octubre de 2016 para ser cubiertas a lo largo de 2017, incluida ya la de Jamaica. Además, ha quedado también sin titular la Embajada en Estonia, tras el nombramiento del embajador, Fernando García Casas, como secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica.

En total, antes de 2018 tendrían que estar cubiertas 70 embajadas, entre las que se encuentan la inmensa mayoría de las más importantes, como Washington, París, Berlín, Londres, Pekín, Roma, Lisboa, OTAN y ONU, así como algunas que tiene un especial interés para España, como Caracas, La Habana, Bogotá, México, Brasilia o Argel, entre otras.

En el mes de diciembre pasado, el nuevo Gobierno ya nombró a Pablo García-Berdoy, representante permanente ante la UE; y a Cecilia Yuste, embajadora en Bélgica, con lo que restan 68 puestos.

Plácets solcitados

Según fuentes solventes consultadas por ABC, el Ejecutivo ha comenzado a solicitar ya a varios países los plácets para nombrar nuevos embajadores, al menos en cuatro capitales europeas. Se trata de Berlín, a donde iría María Victoria Morera, actual directora general de Relaciones Bilaterales con Países de la Unión Europea, Países Candidatos y Países del Espacio Económico Europeo; Moscú, que ocuparía el hoy secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez; Roma, que sería el destino de Jesús Gracia, hasta hace un mes secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica; y Bogotá, a cuyo frente estaría Pablo Gómez de Olea, actual director general de Iberoamérica.

Se da como bastante seguro que el exministro de Defensa Pedro Morenés vaya a Washington, aunque el plácet no será solicitado hasta que Donald Trump tome posesión como presidente de Estados Unidos.

También podrían conocerse pronto los nombres de quienes ocupen algunas de las Representaciones ante organismos internacionales, ya que estas no necesitan la obtención de plácets. Es el caso de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEA), donde iría Ildefonso Castro, que ha sido durante los últimos cinco años director del departamento de Internacional de la Presidencia del Gobierno. No obstante, el nombre de Castro también ha sonado para ocupar la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores que dejará libre Ignacio Ybáñez. Junto a él, en las quinielas para el cargo se han barajado los nombres de Román Oyarzun, hoy representante permanente ante la ONU; Eduardo Gutiéreez, embajador en la Santa Sede; Enrique Mora, director general de Política Exterior y de Seguridad; y Miguel Aguirre de Cárcer, actual representnte permanente ante la OTAN.

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