Declaración de Francisco Granados
Declaración de Francisco Granados - JOSÉ RAMÓN LADRA

El fiscal pide 3 años de cárcel para Granados por un chivatazo de dos guardias civiles en el caso Púnica

El juez Velasco abre juicio oral contra el cabecilla de la trama y dos personas más en la primera pieza de la investigación

Madrid Actualizado: Guardar
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El supuesto cerebro de la trama Púnica y antiguo secretario general del Partido Popular madrileño Francisco Granados se enfrenta a tres años de prisión por el chivatazo que recibió de dos guardias civiles sobre la operación que destapó este red de corrupción. La Fiscalía Anticorrupción solicita por ello tres años de prisión para Granados, a quien acusa de un delito de violación de secretos con grave daño para la causa pública, tipificado en el artículo 418 del Código Penal, por aprovecharse del chivatazo. El Ministerio Público también pide su inhabilitación especial para empleo o cargo público durante cinco años.

Esta pieza separada del tronco común que investiga las irregularidades de la trama Púnica, una red de corrupción local y regional que se extendió por diversas regiones de España como Madrid, León o Murcia, es la primera que se encuentra a las puertas del juicio, solo a la falta de la fecha de su celebración.

El magistrado Eloy Velasco ha abierto juicio oral contra Granados y los dos agentes, José Manuel Rodríguez Talamino y José Luis Caro Vinagre, éste último en excedencia. Granados sigue en prisión preventiva.

Según el relato de hechos de la Fiscalía, el agente Rodríguez Talamino, destinado en la sección de apoyo de la Unidad Central Operativo (UCO) de la Guardia Civil, informó a su amigo Caro Vinagre y a Granados de que había instalado dispositivos de vigilancia en un vehículo estacionado frente a la sede donde hacía sus negocios corruptos el empresario David Marjaliza, socio de Granados y también cerebro de la Púnica.

El agente trasladó esta información sabiendo que estaba sometida a «absoluta reserva» y que no debía divulgarla, dada su relevancia para la investigación que enfocaba a Marjaliza y Granados. Talamino quebrantó «reiteradamente» el deber de sigilo que su profesión le imponía al reunirse al menos en cuatro ocasiones para aportarles más detalles sobre lo que él conocía de la investigación. Varios de esos encuentros tuvieron lugar a altas horas de la madrugada en las fiestas de Valdemoro en septiembre de 2014, donde buscó a Caro Vinagre y Granados. Sus detenciones llegaron a finales de octubre de 2014.

El Ministerio Público pide también tres años de cárcel para los dos guardias civiles implicados.

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