Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias en el caso Nóos
Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias en el caso Nóos - EFE/CATI CLADERA

La contratación de la abogada de Manos Limpias en el caso Nóos fue irregular

No hay hoja de encargos, ni el sindicato aprobó sus honorarios; Bernad dice que le dio 180.000 euros

Madrid Actualizado: Guardar
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El cúmulo de irregularidades en la gestión de Manos Limpias es abrumador. No solo no se celebró la reunión obligatoria de la Junta Directiva para decidir la personación en el caso Nóos, como desveló ABC, sino que tampoco se cumplió con los requisitos necesarios para la contratación de la abogada Virginia López Negrete.

Según las fuentes consultadas por este diario, ni siquiera existe la hoja de encargo en la que se reflejen los honorarios que iba a percibir la letrada, algo obligatorio en una entidad de corte sindical, como está constituido Manos Limpias.

Es una incógnita cuánto ha cobrado Virginia López de Manos Limpias. Mientras ella declaraba a los medios de comunicación que «mis honorarios son cero», Bernad le entregaba importante sumas de dinero.

A principios de 2015 Manos Limpias recibió una herencia de un anciano fallecido sin descendencia que legaba al sindicato 180.000 euros. Miguel Bernad lo desveló en una entrevista, lo que provocó que algunos colaboradores contactaran con él para decirle que «ya que ha entrado dinero», les abonara «por lo menos los gastos». La respuesta de Bernad, según desvela uno de ellos a ABC, fue que «le había dado el dinero de la herencia a Virginia para el caso Nóos».

Transferencia

Por otro lado, justo antes de su arresto, el pasado 15 de abril, Bernad transfirió 2.000 euros a la abogada López, que le había pedido una cantidad mayor, 5.000 euros.

Cabe recordar que de cara a la ley, Bernad es únicamente el secretario de Manos Limpias, aunque en la práctica manejó el sindicato con plenos poderes y con un descontrol absoluto. De hecho, la organización que ha liderado Miguel Bernad carece hasta de libro de actas, en el que se recoja el contenido de las reuniones de la Junta a las que obligan los estatutos. En su lugar, Miguel Bernad fabricaba un acta cuando la necesitaba.

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