Audiencia Nacional

El cerebro de la Púnica saldrá de prisión si paga 100.000 euros tras colaborar con la Justicia

El magistrado considera que el riesgo de fuga ha disminuido porque su condena podría ser menor

Madrid Actualizado: Guardar
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El centro de la red de corrupción Púnica, el empresario David Marjaliza, saldrá de prisión de forma inmediata si paga una fianza de 100.000 euros. El juez que instruye el caso, Eloy Velasco, ha modificado su situación de prisión preventiva después de que Marjaliza haya colaborado de forma positiva con la investigación, informaron fuentes jurídicas. Lleva encarcelado desde el 31 de octubre de 2014.

El juez de la Audiencia Nacional ha tomado esta decisión porque considera que el riesgo de fuga ha disminuido: al haber colaborado con la Justicia, su hipotética condena podría rebajarse, lo que reduce también los incentivos para sustraerse del proceso judicial. Así, el único implicado de la Púnica que continúa en prisión es el ex secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, socio de Marjaliza.

Aún así, después de pagar la fianza, Marjaliza deberá entregar el pasaporte, comparecer cada quince días en el juzgado y tendrá prohibido salir de España. Además, deberá facilitar un teléfono y un domicilio al juzgado y avisar si se produjera cualquier cambio.

La fianza se ha fijado en 100.000 euros a pesar de que la Fiscalía Anticorrupción había solicitado la prisión eludible bajo una fianza de 250.000 euros. El Ministerio Público, en el interrogatorio realizado al empresario tras su detención, aseguró que Marjaliza «había cometido todos los delitos posibles». «Nos ha llamado la atención que cuando nos planteábamos qué delitos contra la corrupción había cometido David, a la conclusión que hemos llegado es... ¿cuál es el que no ha cometido?».

En aquella comparecencia, el empresario se negó a declarar. Ocho meses después, en junio de 2015, sin embargo, cambió su estrategia. El socio de Granados, considerado el cabecilla de un entramado de empresas que realizó favores y pagó comisiones a cambio de adjudicaciones irregulares, tiró de la manta en declaraciones que alcanzaron las trece horas a lo largo de tres jornadas judiciales.

Esta operación investiga una gigantesca tela de araña corrupta regional y autonómica que creció en regiones como Madrid, Murcia o León, sobre todo en torno a administraciones del PP. Los implicados se adjudicaron contratos por hasta 100 millones de euros y después blanqueaban el dinero en operaciones internacionales. Granados y Marjaliza, los dos cabecillas, eran socios y amigos de toda la vida.

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