La mitad de las nuevas hipotecas son ya a tipos fijo o mixto

Sabadell asegura «que las recientes sentencias judiciales ya están encareciendo los préstamos»

MADRID Actualizado: Guardar
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Era un secreto a voces. Las recientes sentencias de los tribunales dando la razón a los consumidores que han reclamado la devolución de los importes de las cláusulas suelo, junto a la caída de los márgenes en general del sector bancario, por los nuevos requisitos regulatorios y los bajos tipos de interés, están encareciendo ya los productos bancarios, entre ellos las hipotecas.

Y ante la posibilidad de que el repunte cobre fuerza, en especial si se producen cambios a medio plazo en la política monetaria, los nuevos hipotecados parecen no querer asumir riesgos. Esta misma semana el Banco de España publicaba un informe sobre los plazos de revisión de los tipos de interés de las nuevas hipotecas en las que constataba que «las hipotecas con revisión inicial de hasta un año han pasado de representar entre el 80% y el 90% en 2010 a apenas un 50% en la actualidad, por lo que la mitad de hipotecas se firman ya a tipos fijos o mixtos (fijos durante los primeros años y variables después)».

En su análisis, la autoridad monetaria destaca que «a pesar de que España se encuentra, dentro de la zona euro, en el grupo de países en los que la importancia de la financiación a tipo variable es más elevada, existe actualmente una tendencia hacia un alargamiento de los plazos de revisión de los tipos de interés, que también se observa en la Unión Europea».

Desde comienzos de 2010, se ha producido en España una pérdida de peso de los nuevos préstamos en los que el coste se revisa antes de un año. En una primera etapa, hasta mediados de 2015, se produjo un aumento de la proporción de los créditos con periodos iniciales de fijación del tipo de interés entre uno y cinco años. Con posterioridad, ha comenzado a crecer el segmento de más de cinco años, en el que se incluyen los contratos a tipos fijo.

Lo que sube

El Banco de España asegura que la implicación más relevante a más largo plazo del cambio en la estructura del mercado hipotecario es que los costes de financiación de los hogares se hacen menos sensibles a los movimientos en los tipos de interés, limitando de este modo el alcance de los impactos asociados a las decisiones de política monetaria.

No obstante, precisa, que dados los dilatados vencimientos de la deuda viva y lo reciente de los cambios en la composición de las nuevas operaciones, su impacto sobre el total de la cartera de créditos es aún muy limitado. Así, en diciembre de 2016, el 96,6% del saldo vivo de préstamos para adquisición de vivienda en España era a tipo variable y el 85,2% utilizaba como referencia el euríbor a doce meses.

Y, como era de esperar, ya se han producido las primeras declaraciones por parte de los bancos confirmando esta subida de los precios de las hipotecas. En concreto el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, aseguró hace unos días que «se ha producido un encarecimiento de las hipotecas en España desde finales del año pasado por la incertidumbre jurídica surgida al haber sido cuestionados los sistemas de firma ante notario por las cláusulas suelo y los gastos de constitución de las hipotecas. El aumento de la pérdida esperada obliga a la banca a aumentar los diferenciales». Según los datos que maneja esta entidad financiera «entre las subidas de las comisiones y de los tipos propiamente dichos, las hipotecas han subido entre un 15 y un 20% más que a finales del a ño».

Pese a este alza del coste de las hipotecas hay que recordar que el Euribor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas, cerró febrero en el mínimo histórico del -0,106%.

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