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El presidente del BBVA, Francisco González, junto a otros autores en la presentación de «La búsqueda de Europa» - ABC

Los retos del proceso de integración de Europa

Un total de 23 autores analizan el futuro y perspectivas del Viejo Continente en el libro «La búsqueda de Europa», editado por BBVA

MADRID Actualizado: Guardar
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El futuro del Viejo Continente y su proyecto de integración son analizados por un total de 23 autoresen el libro «La búsqueda de Europa», que ha sido editado por BBVA en el marco de su iniciativa OpenMind y fue presentado ayer por Francisco González, presidente de la entidad. El volúmen puede descargarse en español e inglés y gratuitamente en la página web de esta comunidad del conocimiento.

Durante la presentación, el presidente de BBVA ha destacado que más de 150 autores de todo el mundo participan ya en esta plataforma colaborativa puesta en marcha por BBVA con el objetivo de «ayudar a la gente a entender los factores que están configurando nuestro mundo».

Francisco González, que ha centrado su intervención en los desafíos económicos a los que se enfrenta la Unión Europea, ha subrayado que para fomentar el crecimiento«“hay que impulsar reformas estructurales que mejoren la flexibilidad de los mercados, faciliten la creación de empresas, combatan los monopolios y estimulen la investigación, el desarrollo y la innovación”.

Y, en materia de educación, «no solo hay que gastar más, sino gastar mejor».

Junto a Francisco González han participado en la presentación Christopher Bickerton, profesor en la Universidad de Cambridge; Vivien Ann Schmidt, catedrática Jean Monnet de Integración Europea y directora del Centro para el Estudio de Europa de la Universidad de Boston, y Bichara Khader, profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina y fundador del Centro de Estudios e Investigaciones sobre el Mundo Árabe Contemporáneo.

Perspectivas económicas

¿Cuáles son las perspectivas económicas de Europa? ¿Cuáles son las diferentes alternativas en el ámbito de la política económica y las reformas institucionales para recuperar una senda de crecimiento sostenido y creación de empleo? Bajo el epígrafe común de «Las bases económicas del proyecto europeo»; Francisco González, Peter A. Hall, Alberto Alesina, Barry Eichengreen, Martin Raiser, Indermit Gill, Naotaka Sugawara, Colin Crouch, Bart Van Ark y Philip Cooke examinan los factores que lastran el crecimiento en Europa y ofrecen las conclusiones de sus análisis.

La confianza en los beneficios que reportaría un sistema bancario más eficiente, la capacidad de resistencia del euro, la transformación del papel desempeñado por el Banco Central Europeo, la organización del trabajo y del bienestar o la innovación y el conocimiento en el marco de una dinámica de crecimiento regional, son algunas de las cuestiones sometidas a análisis y a debate en este importante capítulo.

Europa y sus naciones

La articulación política del proyecto supranacional europeo con las realidades nacionales actuales, así como las vías para que los ciudadanos se identifiquen en mayor medida con el proyecto, constituyen un desafío de gran calado. La búsqueda de Europa aborda en este apartado -con ensayos de Julia Kristeva, Christopher Bickerton, Vivien Ann Schmidt, Nieves Pérez-Solórzano Borragán, Kees Van Kersbergen, Robin Shields y Bichara Khader- cuestiones como la percepción de Europa como un espacio verdaderamente democrático en el que los ciudadanos puedan hacer oír su voz, el futuro de las políticas sociales o la construcción de un marco de convivencia sobre la base de unos valores comunes para las personas de diferentes culturas.

Los limites no resueltos

Finalmente, en el tercer y último capítulo se abordan cuestiones como qué países serán o no miembros en el futuro y cuáles son los principales retos de la política exterior europea, tanto en las regiones más próximas como en el nuevo orden global que configura el creciente poder económico y político de las aéreas emergentes. A ellas dan respuesta John Peet -que se pregunta si el referéndum pondrá punto final a la discordia entre el Reino Unido y la UE-, Daron Acemoghu y Murat Üçer -que abordan las relaciones entre Turquía y la UE-, Orlando Figes -que reflexiona sobre la ambivalencia hacia Europa que caracteriza la conciencia nacional rusa-o Thomas Christiansen, que estudia la relación comercial entre Europa y Asia. Y Javier Solana -desde su experiencia como ministro de Asuntos Exteriores, Secretario General de la OTAN y Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE- afirma que ante esos nuevos retos mundiales, la UE, por su veteranía en la resolución colectiva de conflictos podrá contribuir enormemente a la gobernanza global.

Entre el estancamiento y la revolución tecnológica

Francisco González analiza en un capítulo los retos que plantea la revolución digital al sector de la banca. González hace hincapié en el «entorno de altísima incertidumbre a medio y largo plazo, que cuestiona las bases» del actual modelo de negocio de las entidades.

Para González, esta «incertidumbre» se encuentra en varios focos, muchos de ellos «de ámbito global y, por tanto, de mucho más difícil control», precisa. «El primero es un entorno macroeconómico desconcertante, marcado por un crecimiento muy modesto -al menos comparado con otras fases de recuperación tras una crisis-, muy baja inflación -en muchos países negativa-, y tipos de interés cercanos a cero -negativos, en términos reales-», argumenta el presidente del BBVA.

«El segundo factor de incertidumbre es el cambio drástico y todavía no culminado del marco regulatorio de las entidades. La nueva regulación es y será mucho más dura, con mayores exigencias de capital y de liquidez, y más rigor en términos de transparencia y de protección del consumidor. Este proceso de endurecimiento regulatorio es de ámbito global, pero en el contexto europeo tendrá rasgos específicos, asociados al desarrollo de la Unión Bancaria Europea. El tercero es el cambio tecnológico, seguramente el más relevante a largo plazo, porque tiene un formidable potencial disruptivo sobre las instituciones financieras en todo el mundo. Sin embargo, su impacto debería manifestarse de forma más temprana y aguda en las sociedades desarrolladas, como la europea, tecnológicamente más avanzadas y donde los consumidores están cambiando sus demandas y sus hábitos más rápidamente.», prosigue González.

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