Rusia lanza sus tentáculos sobre los recursos naturales y energéticos de África amenazando a Europa

Apoyado en empresas paramilitares y en la desinformación en la red, Putin ha arrebatado a los países europeos su influencia en este territorio estratégico

Para la experta Pilar Rangel, «el objetivo final del Kremlin sobre el Viejo Continente es aniquilarlo con una maniobra envolvente, atacando no solo el flanco este por Ucrania, sino también el sur, por el continente africano»

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Rusia en los últimos años ha vuelto a interesarse por acrecentar su influencia sobre África / Vídeo: ABC Multimedia

Alexia Columba Jerez

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Los planes de Putin están demostrando ser como una muñeca rusa con una agenda global. Al fin y al cabo, la estrategia de todo prestidigitador es atraer la atención de la audiencia hacia una cosa para distraerla de otra. Y así definen los expertos el avance de Rusia en África, mientras todos los focos están sobre Ucrania. Para Putin se trata de diversificar la apuesta lanzándose sobre varios objetivos a la vez. En África, el camino ha sido desestabilizar a todo un continente para obtener el mayor beneficio. Siendo a la vez germen y cura de la enfermedad para los países africanos, Putin ha logrado acuerdos lucrativos para las empresas rusas, alimentado los intereses del Kremlin en sectores estratégicos como la energía y los recursos minerales. Una técnica con la que, de paso, contrarresta el golpe de las sanciones y pone en peligro la seguridad de Europa.

«Mientras en Europa seguimos preocupados por el avance ruso por el flanco este, por Ucrania, se nos olvida que también está penetrando a través del flanco sur, por África», apunta la profesora Pilar Rangel

Resalta especialmente en este esquema de actuación el caso del Sahel (que comprende Malí, Mauritania, Chad, Burkina Faso, Níger, Sudán, Eritrea, Camerún, Nigeria y Etiopía). Esta zona es un polvorín con presencia del terrorismo yihadista. Y el incremento en los últimos meses de la influencia rusa ha contribuido a que la mecha en esta región parezca cada vez más corta. Según Pilar Rangel, Profesora Asociada de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Málaga , «la presencia de Rusia en el continente africano no es nueva y ha venido para quedarse. Mientras en Europa seguimos preocupados por el avance ruso por el flanco este, por Ucrania , se nos olvida que también está penetrando a través del flanco sur, por África». Rangel afirma que así, Rusia campa a sus anchas por el flanco sur sin ningún tipo de oposición. Y para evitarlo, «Europa debe actuar de forma rápida porque todos los vacíos que vaya dejando en África los aprovechará Rusia, y ésta será una invasión rápida y silenciosa».

La ambición de Rusia por África tiene letra pequeña. Según estima la organización Grupo de Estudios Africanos, el continente alberga un tercio de todas las reservas mundiales de minerales . En el caso del uranio, platino, diamantes y oro las estimaciones superan el 50%. La región cuenta además con importantes productores de petróleo, como Nigeria, Angola y Guinea Ecuatorial . Y suma un nuevo frente de yacimientos de hidrocarburos en África del Este y de gas en el norte de África, así como tierras raras en Malí.

Rusia se ha ido haciendo con estos recursos, al igual que China, valiéndose de una desafección creciente de los países africanos hacia Europa y su pasado colonial. Para Elsa Aimé González, coordinadora del panel de África de la Fundación Alternativas e investigadora del grupo de estudios africanos de la UAM, «cuando observamos los mapas para visualizar la presencia Rusia en el continente, vemos que tiene vínculos con más de la mitad de los países del continente. Y los estados que formaban parte de la antigua esfera de influencia francesa, ahora apuestan por Rusia ».

Putin volvió a impulsar las relaciones con el continente africano tras las sanciones europeas contra Rusia por la crisis en Crimea en 2014 . Reforzando las relaciones históricas de cuando existía la Unión Soviética. Y esto ya ha afectado al conflicto de Ucrania «es llamativo observar por ejemplo las votaciones en la sesión de emergencia de la ONU del 2 de marzo con respecto a la invasión rusa de Ucrania y la condena de los países, y ver que muchos países africanos se abstuvieron, otros no estaban presentes y Eritrea votó por no condenar la invasión de Rusia», comenta González.

En la órbita de interés del Kremlin cae Zimbabue, donde Rusia está explotando uno de los depósitos de platino más grandes del mundo. Y la empresa rusa Alrosa está llevando a cabo un gran proyecto de extracción de diamantes en Angola. Destaca también la explotación y extracción de materias primas fósiles como gas natural y petróleo en países como Egipto, Mozambique y Nigeria. En materia energética, intervienen empresas estatales, como Rosneft, Gazprom , Rosatom o Lukoil, tienen presencia en Argelia, Angola, Egipto y Uganda. Y con el sector nuclear ruso se han suscrito acuerdos para la construcción de centrales nucleares en Ruanda, Sudán, Zambia. Además González matiza que « también es para Rusia una forma de asegurarse el acceso a divisas con las que intentar contrarrestar esa ruptura parcial con los estados europeos» . Los planes de Rusia pasan por expandir su influencia de forma asimétrica por África , ejerciendo campañas de desinformación y agitación social.

Punta de lanza

Moscú entra en países que son ricos en recursos naturales, pero que se enfrentan a graves crisis políticas, económicas y problemas como el terrorismo o el crimen organizado. Y en ese desembarco juega un papel clave la empresa privada de mercenarios rusa Wagner, la sombra del Kremlin y su punta de lanza en el continente. Ofrecen ayuda e instrucción paramilitar a los países en problemas y a cambio consiguen abrir la puerta de su mercado y sus recursos. También han sido acusados de asesinatos y torturas en los países en los que se involucran. González matiza que «el problema fundamental del grupo Wagner es que la intervención en los conflictos africanos con respuestas militares no resuelve los problemas estructurales que generan violencia en esos países, sino que la perpetúan ».

Rangel apunta que estos grupos están ganando presencia en Libia, donde está el petróleo y el principal puerto de salida de la inmigración, que podría usarse como un arma de extorsión y de presión contra Europa. «Y si además Rusia consigue implementarse en el Sahel tendrá el control de todos los tráficos ilícitos que salen hacia el sur de Europa. En este escenario Rusia no solo habría ganado la guerra a Occidente, sino que iría a por otro triunfo más y sería la creación de un gasoducto que iría desde Nigeria hasta Argelia atravesando todo el Sahel, que ya empieza a estar en manos rusas», explica Rangel. Un aumento de la tensión dejaría en una situación precaria a España, como principal cliente del gas argelino, y con fuertes intereses empresariales en este país, con casi 300 proyectos.

Al igual que ocurre con Mali , una pieza clave, donde España es el país de la UE que tiene más soldados en la zona. Este país es el principal muro de contención ante un flujo de violencia que ejercería presión sobre Europa en general, y en España en particular, y donde Rusia y el grupo Wagner ya han puesto su bandera aprovechando la retirada de Francia. No en vano, la seguridad mundial se dirime en África, y la capacidad para mantener la estabilidad es fundamental, pero ha sido infructuosa.

«Evidentemente el objetivo final de Rusia sobre Europa es aniquilarla, realizando lo que parece una maniobra envolvente», señala la experta Pilar Rangel

Elsa Aimé González señala que el factor desestabilizador ruso en el continente es una operación orquestada con la desinformación para influir en los resultados electorales de África y en los movimientos ciudadanos. «El Kremlin ha tratado de aumentar su influencia en los medios usando a Russia Today y Sputnik News . Y también ha habido acuerdos de colaboración con medios locales, contratando periodistas africanos y activistas africanos, y a su vez generando noticias en árabe, inglés o francés para conseguir el apoyo de la población africana». Con estrategias de efecto en redes sociales , ya que en África los internautas crecieron hasta un 20% en 2020, y siguen aumentando.

Por eso, redes sociales como Facebook han declarado: «Estamos trabajando arduamente para combatir la difusión de información errónea porque sabemos que la gente quiere ver información precisa sobre nuestros servicios, y nosotros también, y nuestro trabajo en África no es diferente». El fenómeno va unido al problema de la ciberseguridad : el 55% de las empresas en África están expuestas a ciberataques, según el Club de Expertos en Seguridad de la Información en África (CESIA ) .

Caos digital

Sobre las campañas de desinformación, Rangel detalla que un informe de los investigadores del Laboratorio Forense Digital (DFR) , una red global de investigadores forenses digitales con sede en Estados Unidos Atlantic Council, revela cómo las páginas prorrusas de Facebook en Malí coordinaron el apoyo a las protestas contra la democracia y en contra de la presencia francesa en Malí , ayudando a la nueva Junta militar constituida después del Golpe de Estado en el país. Si bien otros países también han practicado la desinformación en el continente, recordemos que Rusia es la primera potencia en cuanto a capacidad y preparación de sus informáticos para interferir en las redes.

El Laboratorio DFR identificó una red coordinada de cinco páginas que impulsaban narrativas que promovían la intervención rusa en Malí, mientras menospreciaban a Occidente, y a Francia en particular. En septiembre de 2021, las páginas de la red comenzaron a promover a Wagner como una alternativa a las fuerzas francesas. Y según The Guardian, «Facebook se ha movido repetidamente en los últimos años para eliminar cientos de cuentas ‘no auténticas’ dirigidas a África, muchas de ellas vinculadas a Moscú».

Hay operaciones que se remontan a octubre de 2019, cuando Facebook eliminó tres redes de cuentas vinculadas a Yevgeni Prigozhin, el hombre que financia al grupo Wagner. Las cuentas buscaban activamente influir en la política interna de ocho países: Madagascar, la República Centroafricana, Mozambique, la República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Camerún, Sudán y Libia. Y en 2020, Facebook apuntó a una segunda red de ‘trolls’ profesionales liderada por Rusia subcontratada a agentes de Ghana y Nigeria. Y es `la guerra caliente´ que se mantiene en el Sahel donde este caos digital provoca mayor preocupación. Sin duda, Rusia está alimentando el polvorín africano para obtener lucrativos acuerdos empresariales. Por ello, Rangel sentencia: «Evidentemente el objetivo final de Rusia sobre Europa es aniquilarla , realizando lo que parece una maniobra envolvente desde el flanco este al flanco sur, como viene haciendo en los últimos años, y todo ello frente a la torpe respuesta europea».

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