Duro enfrentamiento entre Italia y Alemania por los motores diésel

Se endurece el enfrentamiento entre Alemania e Italia por el escándalo de la emisiones de gases contaminantes de los motores diésel del fabricante Fiat Chrysler. El ministro de transportes alemán, Alexander Dobrindt, ha denunciado tres modelos concretos, pidiendo a la Unión Europea su retirada del mercado por presunta violación sobre las emisiones: Fiat 500, Dobló y Jeep-Renegade. «Después de las violaciones de las manipulaciones de Wolkswagen, en el 2015, el ministro Dobrindt constituyó una comisión de investigación, que examinó muchísimos vehículos. Entre estos, diversos de la fábrica Fiat Chrysler. Y la respuesta, sin dudas, de los peritos es que en estos vehículos se utilizó un mecanismo ilegal» para desactivar los controles de emisiones a ciertas temperaturas, ha explicado el portavoz del ministerio de Transportes en Berlín.

Ante las presiones de Alemania, la portavoz de la Comisión europea para la Industria, Lucia Caudet, ha reiterado la petición de la UE para que Fiat Chrysler ofrezca respuestas convincentes lo antes posible. En caso contrario, Bruselas podrían adoptar acciones, que potencialmente incluirían un procedimiento de infracción.

Tres ministros del gobierno italiano, los de Transportes, el de Desarrollo Económico y el del Ambiente han respondido con dureza a Alemania: «Berlín se debe ocupar de Volkswagen, Italia no acepta lecciones de Alemania», han dicho en sustancia los tres ministros.

La pelea entre Fiat Chrysler y Volkswagen llega después de que la Agencia norteamericana de medioambiente (EPA) acusara la semana pasada a Fiat de haber violado normas sobre las emisiones, con el riesgo de tener que pagar una multa de 4.300 millones de euros. La noticia causó gran indignación en Fiat. Su consejero delegado, el italo-canadiense Sergio Marchionne, considera que es disparatado pensar en una sanción tan dura, cuando Volkswagen por un escándalo mucho más grave llegó a un acuerdo para pagar 2.500 millones de euros.

Poco después de que explotara el caso Volkswagen, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, que representa a medio centenar de organizaciones ambientalistas, denunció que el problema de la contaminación por las emisiones de motores diésel en Europa era mucho mayor. Ahora, Julia Poliscanova, de la citada Federación subraya que «está emergiendo el iceberg de las emisiones ilegales».