El ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, durante la 167 conferencia ministerial de la OPEP celebrada Viena
El ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, durante la 167 conferencia ministerial de la OPEP celebrada Viena - efe

La OPEP mantiene el pulso contra el «fracking» de EE.UU.

El cártel decidió ayer no aumentar su producción y aguantar los actuales precios del petróleo en el entorno de los 60 dólares

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La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) decidió ayer en Viena, tal y como esperaban los mercados, mantener sin cambios, en 30 millones de barriles diarios (mbd), su nivel de oferta de crudo en los próximos meses, según confirmó el ministro de Petróleo saudí, Ali Naimi.

Con esta decisión, el cártel aguanta el pulso que mantiene desde hace casi un año con el «fracking» en Estados Unidos, sistema que ha disparado la producción de petróleo en aquel país, lo que ha ocasionado por un lado, que la OPEP se vea obligada a buscar otros mercados y, por otro, que exista un exceso de oferta de crudo.

Este pulso, que empezó el año pasado, hizo que el crudo Brent bajara desde los 115 dólares el barril a mediados de junio hasta los 47 dólares en la tercera semana de enero de 2015.

El objetivo de la OPEP, liderada por Arabia Saudí, todavía el mayor productor de petróleo del mundo, era y es mantener bajos los precios del crudo para hundir la industria del «fracking».

Los expertos apuntan que si la cotización del petróleo se estabiliza durante varios meses en el entorno de los 60 dólares, muchas empresas norteamericanas del sector dejarán de ser rentables.

La estrategia de Arabia Saudí está dando sus frutos, ya que el crudo lleva cuatro meses en ese nivel de precios, con un mínimo de 53,44 dólares a mediados de marzo yun máximo de 67,56 dólares el 5 de mayo.

Además, varios yacimientos de petróleo esquisto en Estados Unidos están en «stand by» a la espera de que los precios alcancen los 70 u 80 dólares el barril.

Sin embargo, la caída de los precios está ocasionando serios problemas económicos a todos los miembros de la OPEP que no son del golfo Pérsico, como Nigeria, Venezuela, Ecuador y Angola, ya que sus ingresos dependen en hasta un 90% de las exportaciones de petróleo. Esta delicada situación la están sufriendo otros países que no pertenecen al cártel, como Rusia y México.

Por otra parte, la OPEP se enfrentará en los próximos meses a otro grave problema interno que protagonizará Irán cuando vierta al mercado un millón de barriles extra una vez le sean levantadas las sanciones económicas.

Esta importante sobreoferta de petróleo, que no puede ser compensada por el ralentizado crecimiento de los países emergentes, puede provocar otra importante caída de los precios del crudo.

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