El 70% de los empleados que han hecho alguna evaluación anónima en el portal dicen estar satisfechos con sus empleos y compañías
El 70% de los empleados que han hecho alguna evaluación anónima en el portal dicen estar satisfechos con sus empleos y compañías
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«Glassdoor», todo lo que siempre quisiste saber sobre empleo

Todo un fenómeno web en Estados Unidos el portal ofrece al usuario información transparente y relevante sobre empresas y salarios

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¿Alguien no conoce TripAdvisor? La web de viajes más grande del mundo es la forma más sencilla de explicar otro gran fenómeno digital impulsado desde Estados Unidos, «Glassdoor», un portal de empleados en el que, de forma anónima, cada usuario tiene la posibilidad de evaluar para el resto del planeta su trabajo, su empresa, su rango salarial... Una especie de «WikiLeaks» de los Recursos Humanos donde la información tradicionalmente más «confidencial» se comparte desde 2007 en abierto con el objetivo de orientar a un candidato a las puertas de un proceso de selección, ante un cambio de empleo o durante la «búsqueda activa del trabajo ideal», tal y como ellos mismos resumen.

Por supuesto, las empresas también tienen su espacio en «Glassdoor», para dar rienda suelta al «employer branding» (algo con una traducción tan complicada como la de «estrategias de fidelización del capital humano»), conocer los puntos débiles y fuertes de la competencia y contrarrestrar, en la medida de lo posible, el exceso de críticas.

Aunque la propia startup ya compartió en 2013 su cálculo aproximado del volumen de información que se rechaza -es decir, que no llega al usuario- por «incorrecta o sospechosa», entre un 15 y un 20%.

Más allá del beneficio social o la utilidad que estos nuevos modelos de negocios ofrecen al usuario, de fondo se percibe una tendencia que crece a pasos agigantados en una sociedad que se encuentra en plena transformación digital y generacional: la transparencia. Y es que para los «millennials» no tiene el más mínimo sentido que, en la era de la «hiperconexión», se limite el acceso a todo un manantial de datos que deberían ser públicos y fácilmente compartibles.

«Glasdoor», que saltó a internet precisamente en 2007, el año del preámbulo de nuestra crisis económica, ha ido desembarcando en otros puertos como Reino Unido, Australia, Canada, Francia, India y Alemania. Sin llegar, de momento, a ningún mercado latino. La pregunta de si es o no una cuestión de diferencias entre nuestra cultura y la anglosajona queda en el aire.

«En mi opinión, lo que ha retrasado el desembarco de una web como esta en España ha sido la crisis económica», analiza Nacho de Pinedo, CEO de ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet). «Este tipo de portales son de gran utilidad en un mercado en el que las personas tienen la oportunidad de cambiar de empleo o de elegir entre dos opciones. Pero hemos vivido unos años en los que cualquier oferta era simplemente mejor que estar en el paro. El único objetivo ha sido conservar el empleo».

El venezolano Oswaldo Lorenzo, profesor de Deusto Business School y director del programa de Transformación Digital de las Empresas, retoma el tema de la transparencia. «Los movimiento sociales “right to know” (derecho a saber) han cobrado una fuerza en EE.UU. que todavía no se ha trasladado a otros países y gobiernos en donde no se sienten cómodos con una información tan transparente», concluye.

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