Fundador y CEO de Cadigan Talento Ventures LLC y ex vicepresidente de Recursos Humanos de LinkedIn
Fundador y CEO de Cadigan Talento Ventures LLC y ex vicepresidente de Recursos Humanos de LinkedIn - óscar del pozo
formación & empleo

Steve Cadigan: «El mundo necesita un nuevo estilo de liderazgo digital»

El responsable de desarrollo de personas en LinkedIn durante su etapa de mayor expansión visitó Madrid hace unos días

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Steve Cadigan es uno de los especialistas en talento más valorados en Silicon Valley. En sus intervenciones habla de los retos que tendrán que afrontar las empresas para atraer nuevos profesionales, propone la creación de una marca como empleador e impregna de transparencia las relaciones entre los trabajadores. Un nuevo modelo de gestión del talento que exige una rápida adaptación a los cambios, tal y como defendió la pasada semana en Madrid, durante un encuentro organizado por el ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet) para responsables del área de Recursos Humanos.

-Imagínese que soy nueva. ¿Por qué es hoy fundamental estar en una red profesional como LinkedIn?

-Todos somos cada día más conscientes de la velocidad a la que crece internet.

Hoy puedes obtener información sobre una persona o evento en cuestión de segundos, con un simple clic, pero las búsquedas no aparecen ordenadas ni actualizadas, es el usuario el que tienen que invertir tiempo y esfuerzo en darle sentido a toda esa documentación. LinkedIn hace precisamente eso: proporcionar un perfil profesional preciso, actual y ordenado que, además, tiene la ventaja de mostrar a cada usuario tal y como quiere darse a conocer al resto del mundo. Es además una red muy poderosa para establecer, recuperar y mantener contactos profesionales, directos o indirectos, en cualquier país.

-Mi impresión es que se trata de un «escaparate» más útil para empleados que para desempleados...

-No necesariamente, aunque es una percepción común... Es una red con enorme valor para ambos colectivos, incluso para los estudiantes, porque permite encontrar y ser encontrado. Supongamos que el Gobierno español pidiera a todos los ciudadanos que cuelguen su perfil en LinkedIn, y después preguntara a todas las empresas qué vacantes tienen. ¿No resultaría mucho más fácil encajar unos con otros, y detectar sectores en los que hoy existe un gap de profesionales? Si se van a demandar determinadas aptitudes en los próximos años, hay que empezar ya a formar a los perfiles adecuados.

-¿De verdad se pueden hacer esas predicciones en un momento de tanta incertidumbre como el actual?

-¡Por supuesto! Con la información de empresas, corporaciones y gobiernos se puede... Déjeme ponerle un ejemplo: durante mi etapa en LinkedIn trabajamos estrechamente con la Casa Blanca, ayudando a integrar laboralmente a los veteranos de guerra que regresaban a casa. El Gobierno no tenía ni idea de qué hacer con ellos, pero nosotros sí. Gracias a sus perfiles manejábamos más información sobre esas personas que el propio Ejército. Pudimos ganar mucho tiempo que, en economía, significa ganar eficiencia.

-¿El rápido aumento del número de usuarios no hace cada vez más difícil ese encaje, al aumentar la competencia?

-Cuantos más profesionales se sumen a LinkedIn más valor tendrá la red, y cuanto más completa sea la información que incluye cada usuario en su perfil profesional más fácil será ofrecerle los servicios que demanda.

-Sí, pero la visibilidad de cada perfil será también menor...

-Puede ser... Yo le planteo otra lectura, basada en mi propia experiencia. Me licencié en Historia y, entonces, había dos salidas posibles: escribir o enseñar. Pero tuve suerte y empecé a trabajar en una empresa donde descubrí que lo que realmente me apasionaba era reclutar candidatos desde el área de Recursos Humanos, algo de lo que no había oído hablar en mi vida. Hoy, gracias a LinkedIn, sé que muchos de mis compañeros de facultad también emprendieron caminos muy diferentes. Esta información puede ser un gran incentivo para otras personas que acaban de terminar sus estudios y no saben qué pueden hacer. Cuando eres consciente de todas las posibilidades que están a tu alcance es mucho más fácil empezar. A mi juicio, esta transparencia en la información es el mayor regalo que LinkedIn puede hacer a los próximas generaciones.

-¿No se cae en la tentación de construir perfiles pluscuamperfectos?

-Antes, ¿qué teníamos?... CV (currículum vitae), un vehículo de comunicación cerrado entre dos personas. Si cuelgas tu perfil en abierto en LinkedIn, ¿no intentarás ser lo más honesto posible? Hoy cualquiera puede destapar un engaño. Las mentiras no se sostienen cuando la exposición es pública. Y existen también las recomendaciones, las validaciones de aptitudes de otros colegas y compañeros que reconocen tu trabajo al margen del propio perfil.

-A veces esas validaciones las hacen personas con las que nunca has trabajado o a las que no conoces...

-Aún así sigue siendo mucho más fácil comprobar lo que es cierto.

-¿Por qué dejó LinkedIn? Estaban en plena expansión...

-Es difícil resumirlo en un solo motivo... Siempre he creído que una carrera tiene que permitirte descubrir qué te apasiona hacer, qué haces realmente bien y con qué personas quieres compartir tu vida. Cada nuevo empleo debería acercarte un poco más a esas metas, a aquello que de verdad te llena y para lo que estás más capacitado. En mi caso, ha sido el poder ayudar a pequeños equipos a alcanzar un nuevo reto. Mi etapa en LinkedIn ha sido apasionante, pero quería tener la oportunidad de volver a colaborar con escuelas, emprendedores...

-¿Cuáles son los retos que hoy le preocupan desde el punto de vista del desarrollo de talento?

-Creo que el mundo necesita un nuevo estilo de liderazgo, muy relacionado con la transformación digital que vivimos cada día. Esta es hoy mi principal preocupación, es esencial que ayudemos a las empresas y a las personas a descubrir qué ha cambiado, cómo deben asumir esos cambios y qué destrezas son necesarias para que esa adaptación tenga éxito en este nuevo mundo. Asusta ver cómo el avance de la tecnología es más rápido que nuestra capacidad de adaptación. Un «smartphone», por ejemplo, es hoy uno de los dispositivos más inquietantes para cualquier organización, porque conecta a todos los empleados pero elimina la comunicación personal, las relaciones directas. Y nos guste o no, todos estamos enganchados a ese aparato.

-¿Cree que existe una crisis de liderazgo global?

-No, lo que digo es que los cambios suceden más rápido de lo que podemos asimilarlos. Y el mundo es más transparente que nunca. En una multinacional como General Motors, cualquier empleado descontento puede colgar en internet con un nombre falso una crítica, un comentario negativo, revelar información confidencial... El volumen de información que hoy manejan los empleados es enorme y puede poner contra las cuerdas a muchos de los directivos que, hasta ahora, custodiaban celosamente esa información.

-Termine con una reflexión para los jóvenes que hoy buscan empleo sin éxito...

-Si tuviera que resumir mis 30 años de experiencia en un solo consejo diría que en la vida es mucho más importante la red de contactos que uno construye que el conocimiento. Este, claro está, es necesario, pero es el trabajo en equipo, el intercambio con otros profesionales el que te ayuda día a día. Esa red personal y profesional es mucho más poderosa que cualquier título académico.

Ver los comentarios