Javier Pagès, junto al chef Jordi Cruz y la diseñadora Miriam Ponsa
Javier Pagès, junto al chef Jordi Cruz y la diseñadora Miriam Ponsa - abc

Codorníu reivindica sus orígenes desde 1515 frente al champagne

Campaña global para elevar las ventas en el exterior, que ahora son de 115 millones de euros

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«No somos Champagne, somos Codorníu, desde 1551». Con este lema, la longeva empresa familiar presenta esta Navidad una campaña global en la que reivindica sus remotos orígenes vitivinícolas para agrandar su perfil en el extranjero frente al espumoso francés. En cinco años, la compañía aspira a que el peso internacional de sus ingresos alcance entre el 60 y el 70% de su facturación, que el año pasado fue de 232 millones, cuando ahora el mercado español de vinos y cava representa 117 millones.

Las ventas de vino, con 39 millones y un crecimiento del 18,3%, impulsaron la cifra de negocio internacional, capítulo que Codorníu cerró la pasada temporada con un incremento del 6,14%. Las marcas propias del grupo han crecido en Estados Unidos un 19,6% en valor y un 12,7% en volumen y suponen ya el 19% de la facturación total de la compañía.

Le siguen los mercados de Gran Bretaña y Europa continental, con un 13 y 10%, respectivamente. En España, las ventas de vino han aumentado casi un 2% y han ganado cuota de mercado, según fuentes del grupo.

En cuanto al cava, la facturación internacional ha crecido un 5% y, junto al buen comportamiento del vino, ha paliado la caída del 4,1% en el consumo doméstico, debido principalmente a la subida del IVA y al retroceso en el consumo fuera del hogar. El grupo mantiene el liderazgo vitivinícola en España, con una cuota de mercado del 8,5% en las denominaciones de origen donde tiene bodegas.

Navidad, 40% de las ventas

Javier Pagés, director general de Codorníu, explica en la presentación de la campaña de Navidad, que supone el 40% de la facturación anual, que «no nos queremos comparar al champagne, que es un gran producto, sino reivindicar nuestras diferencias, basadas en nuestro origen, nuestra tierra y nuestra calidad». En ese sentido, subraya que «es el momento de ser valientes de cara al mundo, sacar el orgullo y dar un golpe encima de la mesa». Pagés añade estar «en un punto de inflexión y queremos llevar la marca Codorníu a un ámbito hasta ahora desconocido, mucho más de lo que es un anuncio navideño».

El grupo Codorníu también ha presentado recientemente seis nuevos vinos y un cava, fruto de un proyecto enológico que arrancó hace 10 años en todas sus bodegas con el objetivo de culminar una colección de alto prestigio que no se conocerá hasta el año que viene. El cava procede de la bodega de Codorníu y los vinos de Raimat (Costers del Segre), Scala Dei (Priorat), Legaris (Ribera del Duero), Bodegas Bilbaínas (Rioja), Séptima (Mendoza, Argentina) y Artesa (Valle de Napa, California, EEUU).

Arthur O’Connor, director de enología del grupo, inició la clasificación de los viñedos junto al resto de enólogos de las distintas bodegas. Así, el enólogo del cava, Bruno Colomer, presenta el Gran Reserva 456, que debe su nombre a las 456 añadas desde la primera vez que estas fincas fueron vendimiadas. Con motivo del centenario de Raimat, Elisabeth Figuras ha elaborado una edición limitada a 603 botellas de un coupage del mejor Xarel.lo y el mejor Chardonnay.

Mark Beringer, de Artesa del Valle de Napa (California, EEUU) presenta un Pinot Noir cien por cien, mientras que Ricard Rofes, de Scala Dei (Priorat), da cuenta de Masdéu 2011, un vino que procede de una de las fincas más altas de la región. Diego Pinilla, de Bodegas Bilbaínas (Rioja) aporta un Alto de la Caseta de Viña Pomal 2010 como máxima expresión del tempranillo, y Jorge Bombín, enólogo de Legaris (Ribera del Duero), presenta Calmo 2009 en conmemoración del décimo aniversario de la bodega. Paula Borgo, de la bodega Séptima (Mendoza, Argentina) también lanzará el año que viene el Gran Malbec 2009, pura esencia del Malbec de los viñedos de Agrelo.

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