Varias territoriales proponen una moción de censura contra Escañuela

El tenis español, en su amplia mayoría, ya se ha posicionado en contra de José Luis Escañuela y de su manera de proceder al frente de la Real Federación Española de Tenis. El presidente, que el pasado miércoles fue inhabilitado por parte del Consejo Superior de Deportes, está en el ojo del huracán, protagonista de un serial bochornoso que tuvo en la noche del domingo un capítulo fundamental.

Los principales jugadores nacionales, técnicos y leyendas de la raqueta firmaron una durísima carta en la que pasaban al ataque denunciando las acciones de la RFET y de su principal dirigente. Una medida de presión a tener muy en cuenta por el nombre de los firmantes y aplaudida por el resto de los estamentos del deporte de la raqueta, en especial por los presidentes federativos que son contrarios al régimen de Escañuela.

Tanto es así que, según ha podido saber ABC, está previsto que se active una moción de censura para forzar la salida del presidente.

Hoy, a las seis de la tarde, el CSD ha citado en su sede a todos los presidentes autonómicos del tenis. Desde el máximo organismo del deporte español quieren pulsar la opinión del mundo federativo del tenis e incluso se les emplazará a que den un paso al frente o tomen alguna determinación. Varios de los asistentes consultados por este diario están expectantes ante la cita y los más críticos están dispuestos a promover una moción de censura, pues consideran que Escañuela no está por la labor de dimitir.

Un proceso complejo

«Se tendrá que optar por esta opción», admite en conversación telefónica Miguel Díaz, presidente de la Federación Madrileña y que en su día salió del equipo de Escañuela ya que no estaba nada de acuerdo con sus formas y con su «tremendo oscurantismo». «Se ha llegado a un límite insostenible. Nunca ha habido tanta división en el tenis español y a este señor le va muy grande el cargo. No le quiere nadie, el 90 por ciento está en su contra», añade.

Con los números en la mano, y viendo el mapa que ilustra la información, es cierto que la gran mayoría de las federaciones territoriales están en contra del presidente y de la RFET. Como poco, hay 12 de 19 que censuran a la junta actual, pero eso tampoco significa que la moción de censura vaya a prosperar.

De hecho, se antoja complicado porque hay que cumplir con dos puntos: primero, se necesita un tercio de apoyos de los 180 miembros de la Asamblea General (compuesta por jugadores, clubes, técnicos y árbitros) para llevarla a cabo, algo aparentemente accesible. Sin embargo, luego son imprescindibles 121 votos de 180 a favor de que la moción prospere, y además se debe presentar antes un candidato para relevar al presidente que ostenta el poder.

«Efectivamente, es muy difícil», admite Joan Navarro, líder de la Catalana. «Se contempla esa opción, pero una moción es muy exigente y desgasta mucho. Unilateralmente, no podemos proponerla si no hay unión y alguno se desmarca. Y este señor (Escañuela), por mucho que lo hayamos intentado, siempre se ha salido con la suya. Pero si estamos juntos podemos hacer más fuerza», comenta Navarro, quien confirmó la noticia de ABC sobre el envío al CSD de una carta denunciando irregularidades en el nombramiento de Olvido Aguilera como presidenta en funciones.

Manuel Antón, presidente de Castilla y León, entra en el debate. «Estamos deseando que se vaya este sinvergüenza. Hay dos opciones: por un lado, el Tribunal de Arbitraje del Deporte podría resolver los expedientes abiertos por el tema del Observatorio y de la Fundación y también por la falsificación del acta en el nombramiento de Gala León como capitana. De lo contrario, promoveremos la moción. Somos muchos, aunque las territoriales tienen un poder relativo ya que Escañuela ha metido a gente de su cuerda en la Asamblea General. Y aunque somos más del 80% los que estamos en contra, hay que trabajar muchísimo para que salga adelante», acepta.

Díaz es el más optimista: «Si nos miramos a la cara, pactamos y vamos todos juntos, no debe haber problema. Tenemos que dar un paso al frente y lo hablaremos en el CSD. El tenis exige una decisión drástica».