Portugal naufraga contra Holanda

El combinado luso, encabezado por Cristiano Ronaldo que se lesionó, sucumbió 0-3 ante la verticalidad y efectividad del conjunto que dirige Koeman. Marcaron Babel, Van Dijk y Depay

El portugués Cristiano Ronaldo (i) disputa el balón con Nathan Ake (c) de Holanda EFE
Francisco Chacón

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Cristiano Ronaldo no terminó el partido ante Holanda y su sustitución por Joao Moutinho (tras ser expulsado Joao Cancelo) se erigió en una de las escasas novedades de una selección lusa que exhibió su lado más anodino en Ginebra.

Llegaba Portugal con las pilas puestas de cara a sus ambiciones para el Mundial, pero el amistoso no tardó en convertirse en un ejercicio de impotencia. Holanda, fuera de la cita de Rusia como ya lo estuvo de la última Eurocopa, pareció reverdecer laureles en su remodelación a manos de Ronald Koeman.

El resultado (0-3) hace justicia a la mejor colocación de ‘La Naranja Mecánica’ en el terreno de juego y, sobre todo, a su verticalidad, gracias al dueto atacante formado por el veterano Ryan Babel y el pujante Memphis Depay, revitalizado desde que milita en el Olympique de Lyon junto al ex madridista Mariano.

Se vio a los holandeses más metidos en el choque, tal vez por su deseo de agradar al ex defensa del ‘Dream Team’ del Barcelona, que intenta desde el banquillo devolver la garra a una selección que se resiste a acostumbrarse a quedar eliminada de los grandes torneos de selecciones.

Cristiano Ronaldo , salvador de Portugal en los últimos instantes del encuentro frente a Egipto, no tuvo su tarde-noche ni estuvo bien asistido. Hasta el punto de que el entrenador luso, Fernando Santos, buscó dar un vuelco al panorama en la segunda parte, acudiendo a la solvencia de Gelson Martins y de André Silva.

Ni siquiera de esta forma consiguió cambiar las circunstancias, aunque al menos el bloque de atrás no se manifestó como un coladero después del descanso.

Pero pasaba el tiempo y Portugal no le tomaba el pulso al envite. Una muestra de que el triunfalismo posterior a la victoria en la Eurocopa de Francia está hoy fuera de lugar y de que debe ponerse remedio por el camino si no desean ahogarse en su propia frustración, tal cual acontecía en la época en que perdió el título continental en Lisboa contra aquella Grecia forjada en acero y en el antifútbol.

En el último tramo, el combinado del país del fado se afanó en buscar el gol desde la larga distancia, en vista de que las jugadas trenzadas brillaban por su ausencia. No fueron más que destellos e intentos sin mucha convicción, mucho más aguantando con 10 tras la expulsión de Cancelo.

El caso es que los goles de Depay, Babel y Van Dijk valieron su peso en oro para que Holanda recupere al menos el mismo crédito que ahora se le puede poner en duda a esta Portugal que hizo gala de su lado más irregular.

Hubo quien recordaba que Ronaldo no suele hacer sus mejores partidos ante selecciones con un cierto nivel, y lo cierto es que el partido disputado en Suiza lo confirmó, justo en el momento en que menos lo necesitaba.

Ahora Fernando Santos debe hacer un ejercicio de reflexión porque se le empieza a echar el tiempo encima y el temido combate contra España llama a las puertas de una Portugal que no quiere perder el tren de la Historia.

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