Nadya Karpova, una apuesta rusa avalada por Messi

El pasado 22 de septiembre, el VCF Femenino hacía oficial el fichaje de Nadya Karpova , una futbolista rusa de 22 años considerada como una de las delanteras con más proyección del momento. Diestra, con buen disparo, buen remate de cabeza, rápida y potente, ya destacaba durante estos tres últimos años en el combinado nacional de su país. Jesús Oliva, entrenador del Valencia, la conocía bien y los tres goles que suma le dan la razón.

Un refuerzo de lujo avalada por Leo Messi, que la escogió para formar parte de su proyecto «Backed by Messi» . El argentino elige cada temporada diez jóvenes promesas para que calcen sus botas y ayudarles a proyectar su imagen. Este año, por vez primera, una mujer integraba su equipo. Fue un espaldarazo para su carrera y para el fútbol femenino en general. «Me llamaron para decirme que me habían seleccionado en el ‘Team Messi’ y no me lo podía creer. Me parecía increíble que Messi, el mismísimo Lionel Messi, me conociera y me seleccionase a mí para ayudarme, que publicara fotos mías… Es algo que aún no me puedo creer». Nadya comparte cartel con jóvenes talentos del PSG, Milán, Vitesse, Mónaco, Ajax, Celtic…

«Algo tendrá el agua cuando la bendicen», pensaron los ojeadores del creciente fútbol femenino. Y más cuando el que lo hace está considerado una divinidad. Karpova ha acabado en el Valencia tras destacar en el Chertánovo ruso. Su objetivo está claro. «Mi meta es ser la mejor delantera de España y de la Liga Iberdrola», asegura sin rubor y con la tranquilidad que otorga el haber superado un camino de espinas hacia su sueño. Y es que esta delantera de 1,80 metros, apasionada de los tatuajes y de los gatos , tuvo muy claro su futuro, pero se encontró con las dudas de su familia. «Cuando era pequeña solo jugaba a fútbol porque era lo que más me gustaba», asegura. Tanto que le pidió a su madre ir a la Reserva Olímpica de Jóvenes de Moscú, pero primero debía cumplir una condición: acabar sus estudios.

En una sociedad tan respetuosa con las tradiciones y los ancestros, no es de extrañar que la abuela tuviera algo que decir . «Pero, por Dios, cómo que fútbol», fueron sus palabras. «Fue lo más difícil de mi decisión, pero cuando vieron que me estaba formando profesionalmente, que era un trabajo digno y que era un honor representar a mi país, entonces todos me animaron a seguir adelante», recuerda la jugadora.

Llegó con reticencias a Valencia, con el típico miedo de quien viaja a lo desconocido. La ciudad, el clima, las costumbres, la lengua, incluso la tipografía no tenían nada que ver con Moscú. Pero reconoce que no se arrepiente. «Me preocupaba mucho el tema de la comunicación. Me sorprendió mucho cómo me arroparon todas mis compañeras . Desde mi llegada intentaron ayudarme, hablan conmigo en inglés y un poco de español. También intentan decir algunas palabras en ruso. Me siento muy bien con ellas», admite.

De momento, su adaptación al equipo ha ido más rápido de lo esperado, se entiende a la perfección con Mari Paz, su compañera en ataque. « No soy tan rápida como Mohamed Salah, pero me considero bastante rápida . También tengo un carácter fuerte en el campo, me suelen sacar tarjetas amarillas y cuando era más joven incluso rojas», asegura. No obstante, se quiere reformar en la Liga Iberdrola . Y es que, como reza el primer tatuaje que se grabó, «Dios todo lo ve».