Fútbol SalaGalones a la quinta de los 90

La Copa de España de fútbol sala de Ciudad Real está mostrando una vez más la cara más atractiva de este deporte, por lo que ofrece en la pista, con un juego espectacular, y por lo que lo rodea en la grada y en la ciudad que acoge el torneo, tomada por aficionados de los ocho participantes. Algunos, incluso con su equipo ya eliminado, permanecen en la ciudad manchega para vivir de cerca el evento estrella de la Liga Nacional de Fútbol Sala.

Después de tres días de competición, en los que se han disputado los cuartos y las semifinales, sobre la pista azul del colorido Quijote Arena se han podido ver golazos, jugadas polémicas y regates que han sacado en más de una ocasión una admiración coral al graderío.

Más allá, la cita de Ciudad Real -un escaparate mundial para el fútbol sala español pues se retransmite a más de cuarenta países- está dejando la confirmación de una nueva generación de jugadores que ha llegado para asumir galones en sus equipos y dar mucho que hablar. Son los nacidos en la década de los noventa y están en todos los equipos clasificados para la cita, desde los finalistas a los que se quedaron fuera a las primeras de cambio. Del todopoderoso Barça a los modestos Jaén o Peñíscola.

Los hay incluso que desde hace varias temporadas se han consolidado como piezas importantes en sus clubes, como Borja en el Movistar Inter, Fabio y Bebe en ElPozo o Adolfo, fichado este verano por el Barcelona. El primero es de 1992, los dos del conjunto murciano del 90, y el de Santa Coloma del 93. Han compartido protagonismo en sus equipos con los Sergio Lozano, Rivillos, Álex, Aicardo, Pola o Rafa Usín, nacidos todos en la recta final de los 80 y que forman el núcleo actual de la selección española.

La Copa de España ha terminado de confirmar ahora que por detrás vienen apretando muy fuerte un grupo de jugadores que han dejado atrás el calificativo de promesas y ya juegan minutos de calidad en sus clubes e incluso han asomado la cabeza en el combinado nacional. Dos están sobresaliendo por encima del resto: Andresito, jugador de ElPozo, y Dani Saldise, de Magna Gurpea. Ambos fueron decisivos ya desde los partidos de cuartos, uno por su jerarquía en el juego murciano y otro porque anotó el 2-2 que forzó los penaltis ante el Barça.

Humildes pero ambiciosos

Ellos lo asumen con humildad, pero sin perder de vista en ningún momento sus objetivos: «Yo trabajo día a día y estoy muy contento, si las lesiones me respetan volveré a mi nivel y ayudaré al equipo con lo que el míster me diga. Si hace falta con goles, con goles, si hay que defender, sacar... lo que haga falta, pero trabajando día a día para seguir mejorando y poder marcar una época», explica Andrés Alcántara, un elegante «ala» nacido en el 91.

La situación del cordobés y el de Pamplona, nacido en el 95, es similar a la de los azulgranas Roger y Marc Tolrá, de 1991, Fernando (1995) y Elías (1993) de ElPozo, Míchel (1993) de Peñíscola o Joselito, de Palma Futsal, y Eric Martel, de Magna, ambos del 92. Todos tienen la confianza absoluta de sus técnicos y muchos minutos sobre la pista. Aún les queda algo más por demostrar a otro nutrido grupo en el que destacan los azulgranas Quintela y Joselito (1991), David Pazos (Inter, 1993), Jesús Murga (Jaén, 1992) o Eloy Rojas (Palma, 1994).

Lo que el torneo copero está dejando claro es que la actual generación de internacionales españoles tiene un relevo numeroso y sobradamente preparado para cualquier desafío.