Ricardinho se hace un selfie con el resto del equipo
Ricardinho se hace un selfie con el resto del equipo - MOVISTAR INTER

Fútbol SalaLas claves de la reconquista europea de Movistar Inter

Ocho años después de su último título, el club madrileño lorgó extender su hegemonía en España al continente

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Después de dos asaltos fallidos a la UEFA Futsal Cup, la Champions del fútbol sala, el Movistar Inter logró por fin en Almaty hacerse con un título que, pese a ser el club más laureado del continente, no levantaba desde 2009. Ocho años de angustiosa sequía que el equipo madrileño zanjó con una exhibición en la Final Four con más nivel de los últimos años. De hecho, los interistas no llegaban como claros favoritos, como sí sucedió el año pasado en Guadalajara, pero superaron nada menos que al bicampeón y anfitrión del torneo, el Kairat Almaty, y golearon en la final a un Sporting Clube de Portugal que no había perdido un partido en todo el curso.

Un éxito que se puede diseccionar en varias claves.

Suerte con las lesiones

Pese a que en la previa de la Final Four en Movistar Inter la postura oficial era de pesimismo respecto al estado físico de su plantilla, en el torneo no resultó tan evidente que algunos de los interistas estuviesen «tocados». Pareció más bien que todo había sido una estrategia, un farol para no dar pistas a los rivales antes de tiempo. Eso o un milagro del fisio, José Prieto. Lo que está claro es que las lesiones, decisivas en las dos anteriores participaciones del equipo en el torneo, no lastraron esta vez a la plantilla en la cita más importante del año.

La mano de Jesús Velasco

VElasco, durante la final
VElasco, durante la final - MOVISTAR INTER

La dinámica ganadora de Movistar Inter, que en los tres últimos años ha dominado el fútbol sala español, se fraguó a partir del aterrizaje de Jesús Velasco en el banquillo. Desde su llegada en el verano de 2012 el técnico comenzó a ensamblar una auténtica máquina de competir. Más tarde llegaría la guinda del fichaje de Ricardinho, pero cuando el luso se sumó al proyecto los métodos de trabajo del entrenador ya habían empezado a funcionar en un club que hasta su llegada adoleció de cierta debilidad en ese cargo. Durante su etapa en Inter Velasco ha sabido acoplar a grandes jugadores, imponer su autoridad pero al mismo tiempo aplicar mano izquierda cuando era necesario, e incluso manejar situaciones que quizás para otros técnicos habrían sido insoportables.

Ricardinho, factor diferencial

Uno de los factores que influyeron en la dolorosa derrota de la última final en Guadalajara fue que Ricardinho jugó la final sin poder tirar a puerta por una lesión. El genial portugués ha sido clave en todas las conquistas de Inter en estos años por el factor desequilibrante que suma a las virtudes del equipo. Que llegase bien a la cita de Almaty y que demostrase sus cualidades ya desde semifinales, en las que marcó dos goles (uno de ellos magistral) y dio una asistencia, seguro que influyó en lo anímico tanto a sus compañeros como a sus rivales. No asusta lo mismo un Ricardinho mermado que uno en plena forma y en este torneo se ha visto la diferencia. El luso se marchó de Kazajistán con cuatro goles y dos galardones a mejor jugador del partido.

Madurez de la plantilla

La plantilla interista, con el trofeo
La plantilla interista, con el trofeo - MOVISTAR INTER

Pero Inter no es solo Ricardinho. El '10' es la guinda de una amplia y compensada plantilla que cuenta con una riqueza de recursos casi inagotable. Desde la portería, donde Jesús Herrero y Álex González son dos seguros, a cada uno de los puestos. El capitán Carlos Ortiz se ha convertido en la mejor versión de un cierre que hemos disfrutado en España, al estilo de lo que fueron en su día Julio García Mera o Kike Boned. Rafael, Daniel, Pola, Gadeia, Borja... todos son jugadores de clase mundial, pero además saben qué es lo que tienen que aportar al equipo en cada momento. Incluso David Pazos, el que menos minutos jugó en el torneo, es un talentazo al servicio del equipo. En resumen, el sueño de cualquier entrenador.

Sorprendente rendimiento de los dudosos

Incluso aquellos jugadores que en la presente temporada, por lesiones o por lo que fuera, no han rendido como se esperaba, o los que tenían ya un pie fuera del equipo, dieron su mejor versión este fin de semana en el Almaty Arena. Los brasileños Humberto y Darlan resultaron claves. El primero, lesionado buena parte del curso, fue el mejor de los interistas. El segundo ha sabido reconvertirse en pívot con gran acierto ante la baja de Bruno Taffy. Y Rivillos y Lolo, cuyo futuro está lejos de Torrejón (en Barcelona y Palma concretamente), no solo ofrecieron su mejor cara, sino que aportaron sus goles al espectacular 0-7 del domingo.

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