Tour de Francia

El Tour bombardea la montaña navarra de la paz

La Piedra de San Martín, puerto fronterizo y duro, es el primer final en alto, que suele ser decisivo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como hoy es 13 de julio, las gentes de Isaba y Roncal suben hasta la Piedra de San Martín. Allí esperan los del otro lado, los del valle francés de Baretous. La piedra, el mojón 262 de los 1.300 que tachonan la frontera, les reclama para sellar como todos los años el tratado más viejo de Europa, el que acabó con las rencillas por los pastos entre los dos valles. Un alcalde francés pone la mano sobre la piedra. El del Roncal coloca la suya encima. Y el de Isaba, que cubre esas dos manos, pronuncia: ‘Pax avant’. Paz en adelante. Los de Baretous entregan tres vacas a los del Roncal. Tendrán derecho a los pastos durante julio y parte de agosto; luego, hasta Navidad, serán del Roncal.

Cerrado el rito, todos se juntan en un banquete. Asado y fiesta en lugar de sangre y guerra. Mañana, 14 de julio, fiesta nacional francesa, hasta allí subirá el Tour de Francia. No lo hará en paz. Será la primera batalla cuesta arriba entre Froome, Contador, Van Garderen, Quintana, Valverde, ‘Purito’ y Nibali. Entre ellos no hay pacto posible. Tras siglos de tregua, la Piedra de San Martín se dedicará un día a la pelea. Como en su origen.

Aunque parece siempre que el último puerto del Tour es el decisivo, suele serlo más el primero. Esta edición de la Grande Boucle tiene la meta de la penúltima etapa en el Alpe d’Huez, la montaña mediática. Ya se prepara allí la fiesta para el vencedor de este Tour. Las historias del puerto alpino llenan páginas: desde el bautizo con Coppi, hasta el récord de Pantani o los despliegues anulados luego de Armstrong. En cambio, apenas hay memoria del primer final en alto de este Tour, la Piedra de San Martín, frontera entre Navarra y Francia. Un monte solitario, lejano, que sólo se ha cruzado una vez con el Tour, en 2007. Lo coronó el colombiano Mauricio Soler, luego rey de la montaña. Entonces no fue meta. Esta vez, sí. Y eso otorga galones al puerto. Es el examen que abre la montaña. El que, de verdad, mirará por dentro a los favoritos. Induráin, Armstrong, Contador y Froome, entre otros, aprovecharon el primer final en montaña para abrumar y, en muchos casos, enterrar a sus rivales. Con la ventaja obtenida ahí, podían luego manejar a su antojo la carrera. Eso busca, de nuevo, Froome y, si tiene fuelle, Contador.

Este Tour que concluirá en Alpe d’Huez empieza mañana en la Piedra de San Martín. Tras la salida en Tarbes y 150 kilómetros llanos, espera el puerto: quince kilómetros por la ladera francesa (la navarra viene de Isaba y Roncal), al 7,4% de desnivel medio. Es más duro en el ecuador que al final, cuando se arrima a la carretera del col del Soudet. Ser el primer test en montaña le coloca bajo los focos del Tour. Aunque no sea historia de la Grande Boucle, esta montaña está repleta de historias. El etnógrafo de Isaba, Fernando Hualde, relató en el Diario de Navarra el pasado de este enclave. La vida solitaria, fría, de subsistencia de los pastores, que pasaban el invierno en las Bardenas y los veranos ahí, en Isaba, en la Piedra. A muchos les faltaban algunas falanges de los dedos. Metían las manos en las madrigueras de los tejones, uno de sus pocos alimentos. Los mustélidos muerden y no sueltan la pieza. Son fieros. De eso se aprovechaban los pastores. Cuando notaban la dentellada, aguantaba el dolor y arrastraba hacia fuera al bicho, al que apeleaba, pelaban y, claro, se lo zampaban. Matar o morir, vida primitiva.

Es una montaña fronteriza y dura. La Piedra tiene su origen en el miedo a los invasores árabes, que tras atravesar la península llegaron a pisar suelo francés. Los vecinos de la zona clavaron la piedra en la cima y se la dedicaron a San Martín para que les protegiera de los moriscos. Funcionó. No se sabe cuándo hincaron allí la piedra. De aquel momento perdido y de los conflictos que después vinieron queda el eco que cada 13 de julio suena en la fiesta del Tratado de las Tres Vacas: ‘Pax avant’. A este Tour que ha sido una escaramuza diaria desde la salida en Utretch, no le llegará la paz hasta que el penúltimo día cruce la cima de Alpe d’Huez. El litigio por los pastos de Francia que mantienen Froome, Contador, Quintana, ‘Purito’ y Nibali eleva desde mañana el tono. Tras la jornada de descanso de hoy, sonarán los cuchillos en la Piedra de San Martín.

Ver los comentarios