Máxima preocupación por Sebastián Palomo Linares

El torero se encuentra en estado crítico en el Hospital Gregorio Marañón, con el protocolo de donación de órganos

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Fuentes cercanas al Sebastián Palomo Linares, de 69 años, manifiestan una gran preocupación por el estado de salud del matador de toros retirado.

Linares permanece ingresado en el hospital madrileño Gregorio Marañón, donde había sido sometido a una intervención quirúrgica cardiaca el miércoles 19 de abril. Este centro hospitalario no tiene autorización por parte de la familia para facilitar ningún dato sobre la situación del torero.

Aunque a media mañana de hoy algunos medios informaran sobre la muerte del diestro Sebastián Palomo Linares (69), fuentes muy cercanas aseguran que todavía permanece con vida aunque su estado es de máxima gravedad e incluso irreversible y de ahí que se espere un desenlace en cualquier momento. El torero permanece ingresado en la UCI del Hospital Gregorio Marañón tras la intervención a la que se sometió el pasado viernes para implantarle dos bypass y una prótesis de la válvula mitral.

Tras la operación se sedó al paciente y está con circulación extracorporea ya que la idea era esperar a las 72 horas para comprobar si el corazon podía funcionar sin ayuda externa y, en caso negativo, valorar un trasplante de corazón que le permitiera vivir. Hasta el domingo por la mañana su novia, la magistrado Concha Azuara, rezaba porque el corazon del diestro aguantara y evitar así más intervenciones algo que no parece ya posible tras la crisis que sufrió la tarde del domingo con un derrame cerebral que hizo que su pronóstico fuera ya gravísimo.

Por esa dolencia es por lo que varios medios se han lanzado a anunciar su muerte sin que realmente hubiera una confirmación oficial por parte del citado hospital o la familia. Según cercanos al torero, Sebastián tenía firmado donar sus órganos en caso de fallecimiento y el protocolo a seguir podría ser el motivo por el que sus seres queridos estarían sin querer retirar la ayuda mecánica que necesita para poder vivir en unas horas críticas donde la desesperación se une con la tristeza y desolación.

Es llamativo que los tres hijos que el diestro tuvo durante su matrimonio con Marina Danko acudieran el domingo al hospital para interesarse por la salud de un padre con el que no tenían ningún tipo de contacto a raíz de su polémico divorcio. Mayores de edad los tres decidieron romper vínculos con un padre que nunca ha querido hacer declaraciones sobre ese distanciamiento que ha llevado en silencio y con mucho dolor.

A su lado y sin separarse durante estos últimos años ha estado la juez Concha Azuara con quien Sebastián encontró la estabilidad sentimental que necesitaba. En la última conversación que tuvo con ABC dos días antes de entrar en quirófano me aseguró que estaba muy triste por no poder acudir a la inauguración de su exposición de pintura en Boadilla del Monte. «Estoy muy mal. Llevo mucho tiempo fastidiado y he estado en la UVI del Gregorio Marañón siete días malísimo. Fíjate que cuando empezó pensé que era una gripe peligrosa porque tenia los pulmones encharcados y así llevo 120 días. Me van a operar del corazon para poner un bypass y una prótesis de la válvula mitral. Dios quiera que salga todo bien porque esto es horrible, siento una asfixia tremenda desde noviembre. Al principio no pensé que era tan grave pero pasados las semanas veía que no mejoraba. Yo tengo un stent en el corazón tras dos infartos que padecí años atrás pero esto es más fuerte. Eres la primera a la que se lo cuento y supongo que cuando vean que pasado mañana no estoy en la inauguración de mi muestra se van a enterar todos. Ahora me haré un preoperatorio y al día siguiente al quirófano. Estoy bastante mal, no veas. Entre la fatiga y la UVI esto es muy doloroso. Me da mucha tristeza no estar en mi exposición que recoge los 50 años de mi vida con la pintura. Ademas Concha y yo llevamos una racha muy dura porque su padre también esta delicado desde hace cuatro meses por un infarto. Y luego yo. Dios quiera que salga todo bien y podamos seguir adelante».

Según el parte médico facilitado el pasado sábado por el Servicio de Cirugía Cardíaca del hospital, en la intervención se practicó al extorero un doble bypass, la sustitución de la válvula mitral y la reparación de la válvula tricúspide.

La operación transcurrió sin incidencias pero, debido a la disfunción biventricular severa que presentaba Linares previa a la cirugía, « precisa de soporte circulatorio con dispositivo mecánico».

Esta intervención quirúrgica tenía lugar apenas días después de la inauguración de su exposición «50 años de creación artística. Sebastián Palomo Linares», que abría sus puertas el pasado jueves en el Palacio del Infante don Luis de Borbón en Boadilla del Monte. «Me da mucha pena no poder estar ese día, pero no he querido retrasar el acto, ya que llevamos tiempo preparando todo con mucha ilusión», aseguraba el diestro horas antes de pasar de nuevo por el quirófano.

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