Víctor Ullate sucumbe al mito de «Carmen»

Carmen es una top model de día y una prostituta de noche. Víctor Ullate define su «Carmen» como «contemporánea, vanguardista y rompedora». Efectivamente, la vuelta de tuerca que le da a uno de los más populares mitos románticos convierte su versión en, al menos, rompedora. «Hemos querido huir del tópico», subraya Ullate.

Y es que el maestro y coreógrafo aragonés ha sucumbido a la tentación que el personaje creado por Merimée supone para todos los coreógrafos españoles. Ayer en el Teatro Real presentó el proyecto, que tras varias actuaciones internacionales y en España se estrenará en los teatros del Canal el 31 de agosto. Las representaciones se enmarcan en la colaboración que este escenario mantiene con el Teatro Real, que tiene programada para la temporada próxima la ópera de Bizet.

«“Carmen” es un reto, porque es un título muy trillado», dice el coreógrafo, que relata que decidió embarcarse en el proyecto cuando descansaba unos días en la isla canaria de La Graciosa. Allí volvió a enamorarse de historia de Merimée y de la música de Bizet y empezó a pergeñar junto a su mano derecha, Eduardo Lao.

El hecho de que Carmen trabaje en un burdel por las noches es, según Ullate, señal de la libertad del personaje; «una ninfómana», apunta Lao, «que hace aquello que le apetece hacer». «Va -completa Ullate- al límite de la provocación y provoca incluso su muerte»

Pedro Navarrete ha compuesto la música sobre la base de la partitura de Bizet. En los teatros del Canal la interpretará la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (también es suya la grabación que llevarán en gira), bajo la dirección de Manuel Coves. Completan el equipo artístico Paco Azorín -diseño de iluminación y elementos escenográficos- y Anna Güell -vestuario-.

No ha empleado esta vez Ullate, a pesar de la «españolidad» del mito, gotas de danza española, como sí utilizó en otras coreografías. «Queríamos huír completamente del mito; no hay un solo abanico». «A los setenta años -argumenta-, ya tengo mi propio vocabulario».

Con Maurice Béjart en su memoria (trabajó muchos años con el coreógrafo marsellés), Ullate ha querido hacer un espectáculo más que una coreografía. «Me siento capaz y valiente», dice antes de calificar su versión como «muy entendible». «Mi hijo Víctor -añade- me ha dicho que es la mejor obra que he hecho hasta ahora».

La cubana Marlen Fuerte encarna a Carmen -aunque en los teatros del Canal bailará alguna de las funciones Lucía Lacarra-, y Josué Ullate será Don José. Los dos están felices con estos papeles, que les permiten interpretar además de bailar. Marlen asegura además que «éste es el ballet de mis sueños».

Aunque insistiera Víctor Ullate en que se sentía fuerte y capaz de afrontar este reto, en algún momento de la presentación del espectáculo que su retirada estaba cerca. «Quiero hacer otras cosas. No sé cuándo, pero va a llegar el momento en que os diga adiós».

Pero antes, Ullate tiene un compromiso con Nacho Duato, que le pidió que remontara su «Don Quijote» para el Staatsballett de Berlín. «Será en una nueva producción, y haré pequeños cambios con respecto a la que presentamos aquí, en el Teatro Real».

La vida de esta «Carmen» arrancará el próximo 30 de junio en el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, y antes de los teatros del Canal visitará Oviedo (7 de julio), San Sebastián (1 y 2 de agosto), Verona (4 y 5 de agosto), San Feliu de Guixols, Gerona (10 de agosto), Vichy, Francia (16 de agosto) y Santander (24 de agosto).