Ed Sheeran, el chico de oro de la era «millennial»

Ed Sheeran es el artista del momento. Todas las celebridades del «mainstream» pop quieren arrimarse a él, colaborar con él, aprender de él. Con permiso de Justin Bieber, debe ser el único «millennial» que goza de tanto respeto y admiración en el negocio, y más allá de gustos y opiniones, es de ley reconocer que ha conseguido construir un sonido propio e inconfundible, ofreciendo un «songwriting» muy personal que ha conectado con millones de seguidores a lo largo y ancho del planeta.

Sheeran le debe mucho, no obstante, a cantautores de órbita «indie» como Damien Rice, de quien se hizo fan a la tierna edad de 11 años. «Aprendí a tocar la guitarra y a componer después de escuchar sus discos», comentaba el joven pelirrojo en sus pimeras entrevistas tras presentarse en sociedad con «+», su álbum de debut, publicado en 2011.

Su carrera había empezado seis años antes, con un EP autoeditado llamado «The Orange Room» que le pemitió estrenarse en directo en escenarios de su ciudad natal, Yorkshire, y compartir veladas en localidades cercanas con otros artistas como Passenger, de quien se haría muy amigo tras recibir varios consejos que pronto demostraron ser muy valiosos. En 2008 decidió dejar los estudios y mudarse a Londres para lanzarse a la búsqueda de fortuna y gloria. Pero no fue allí donde la encontró.

El pequeño milagro

En 2010 rehizo las maletas y se marchó a Los Ángeles, donde pasó una temporada actuando en sesiones de micrófono abierto cobrando un puñado de dólares por velada (cuando cobraba), hasta que una noche se produjo el pequeño gran milagro: estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. El mánager del actor, cómico y cantante Jamie Foxx vio por casualidad uno de sus shows, le consiguió una oportunidad en su programa («The Foxxhole») y, a partir de ahí, todo cambió para Ed Sheeran. Foxx quedó tan seducido por su música que le cedió su piso y su estudio de grabación en Hollywood, sus canciones empezaron a viralizarse en internet, y cuando lanzó el EP «No. 5 Collaborations Project» y alcanzó el número dos en la lista de ventas de iTunes, sin apoyo ni promoción, la todopoderosa Atlantic Records lo vio claro: había que fichar al chaval cuanto antes.

Su primer disco «oficial» se coronó como el álbum más vendido de 2011, y los dos siguientes, «x» (2014) y «÷» (2017) han alcanzado cifras igualmente descomunales. Los premios, las portadas en revistas, las colaboraciones estelares (la última es televisiva: un flamante cameo en la próxima temporada de «Juego de Tronos»), los viajes y las agotadoras sesiones promocionales se han convertido en rutina para Sheeran desde entonces, y al parecer, lo lleva muy bien. Bastante mejor que otros de su quinta.