Brian Molko, cantante y guitarrista de Placebo sobre el escenario de Madrid
Brian Molko, cantante y guitarrista de Placebo sobre el escenario de Madrid - EFE

La oscuridad de Placebo inunda en un Wizink Center al completo

La mítica banda británica celebra su 20 cumpleaños con un concierto en Madrid en el que no han faltado sus mejores temas ni la reivindicación política

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La banda británica Placebo ha celebrado este sábado su vigésimo cumpleaños en un Wizink Center con una actuación melódica donde la oscuridad del grupo ha envuelto un ambiente que no ha conseguido llegar al clímax de la celebración hasta los últimos minutos del show.

El concierto de Madrid coincidía con la celebración de las dos décadas de existencia de Placebo, tras su actuación previa el 27 de abril en la sala Razzmatazz de Barcelona y unos días antes de ofrecer, el 4 de mayo, otro show en el Palacio de Deportes de Granada y posteriormente en Logroño y Mallorca.

Los fans del grupo estaban expectantes de escuchar al grupo británico, tras dos años sin pisar España, y donde se ha ampliado el aforo ante la demanda de entradas para dar cabida al mayor número de personas posibles en un show en el formato «ring plus».

Han pasado más de 15 años desde que «Pure morning» y el disco «Without you I'm nothing» que les lanzara a la fama, pero la banda liderada por Brian Molko y Stefan Olsdal no se han planteado celebrar esta gira como una cualquiera porque no todas agrupaciones musicales pueden conmemorar las dos décadas desde su primer álbum, el homónimo «Placebo» (1996).

Para la ocasión, han agasajado a sus seguidores con canciones en directo que llevaban años sin interpretar como «Pure morning» o «Nancy Boy», a pesar de que estaban «hartos de ellas», como reconocieron en una entrevista a Efe.

Durante el primer tiempo, los asistentes han mantenido el ritmo con movimiento de cabeza acompasados por la música, con los pies pegados al suelo y dejando que las caderas siguieran el compás.

Un «buenas tardes» a las diez de la noche ha sido el recibimiento de Molko y ha sido correspondido con un sonoro «cumpleaños feliz», por parte de sus seguidores, algo que el grupo ha agradecido como un detalle «muy simpático».

La melodía se ha apoderado de la primera parte del concierto con temas como «Protect me from what I want», «Too many friends» o «Lazarus». El cargamento de primera se ha resistido hasta la mitad del concierto, cuando Placebo ha saltado al escenario con «B3» y la electrónica «For what it's worth» para romper el hielo con energía y contundencia, dando un giro de 360 grados al ambiente del Palacio de los Deportes.

«No olvidéis que es nuestra fiesta de cumpleaños» ha recordado en inglés el cantante y ha pedido que «comenzara la fiesta». «Ahora sí», se ha podido escuchar entre los asistentes que comenzaban a brincar y a celebrar el cambio de tono musical por parte de Placebo.

Una puesta en escena con luces sobrias pero efectivas han acompañado el tono del grupo durante todo el concierto, mezclando imágenes del directo con material de archivo de la banda.

Los guiños políticos también han aguantado hasta los últimos momentos del concierto, donde las guitarras se han vestido con la bandera LGBTI y durante la canción «Infra-Red» ha aparecido el rostro del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la advertencia de: «Te hiere a ti y a todos los que te rodean».

Se han despedido no celebrando los veinte años de Placebo sino con Kate Bush y la versión del icono musical «Running up to that hill» con un alargado final psicodélico.

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