José Enrique Morente, durante su actuación anoche en la gala flamenca de La Unión
José Enrique Morente, durante su actuación anoche en la gala flamenca de La Unión - EFE

Festival del Cante de las Minas: el futuro ya está aquí

Pintigo puso al público a bailar y a cantar sus temas y José Enrique Morente y Juan Habichuela nieto, la esencia de sus dinastías en el cante y el toque

La Unión (Murcia) Actualizado: Guardar
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La segunda gala del Festival, del pasado domingo, tenía dos estilos muy diferentes: de un lado la madurez artística de un flamenco como es Pitingo que se pasó a la fusión y disfruta mezclando sin complejos el soul y el blues con lo jondo; y de otro a un joven José Enrique Morente que ha mamado la sabiduría de los cantes y que ha comenzado peldaño a peldaño a subir esa escalera que conduce al éxito: con esos mimbres el futuro ya está aquí.

Pitingo sabía las tablas que pisaba, paso siendo muy jovencito como concursante del Festival en 2004 y consiguió el galardón «Mejor cantaor joven», por lo que la primera parte de su espectáculo la comenzó por soleares, la primera con letra de José Manuel Gamboa y la otra, la solea por Triana que cantara Camarón, a la que le siguieron granaínas y unas bulerías que le dedicó al fallecido «Charico».

Ahí se quiso acordar de todos los grandes flamencos que se han marchado recientemente, y prosiguió por cuplés por bulerías con temas ya populares como «Un compromiso» o «Se nos rompió el amor» de Rocío Jurado, y en cada tercio se echaba su baile, que calentaba el ambiente. Homenajeando a Camarón cantaba por fandangos: Salud antes que dinero/Yo le estoy pidiendo a dios, /Aunque me tenga que ver/Lo mismo que un pordiosero/Pidiendo pan pá comer». Después llegó su versión del Yesterday de los Beatles. Y le cantó a Morao la bulería jerezana que interpretó en el homenaje que se le hizo a Moraíto Chico, del que dijo que había sido el mejor guitarrista de acompañamiento.

Después de manifestar su «Gracias a La Unión por hacer algo importante por el flamenco, ya en escena con toda su banda y con su gospel factoty formada por Dani Reus, Astrid Jones y Deborah Ayo, llegó la fiesta, comenzó con «Rescue Me» de Aretha Franklin y el público se levantó y comenzó a bailar y hacer los coros; prosiguió con el tema: «Ain´t no Mountain High Enough» de Roberta Flack y llegó el éxtasis, a ritmo de soul, con el «Killing me softly» y otro tema muy conocido como el «I Just Called To Say I Love You»de Stevie Wonder. Y ahí estaba el amor entre el público y el artista, porque después de un par de bis, querían más. Y aquello acabó en un auténtico fin de fiesta, con parte de la compañía bailando por bulerías.

El espectáculo de Morente

«Es para mí un sueño estar en este escenario que he compartido con mi padre, mi hermana y otros artistas»

Mucho antes, abría el cartel José Enrique Morente que por primera vez actuaba como artista, ya conoce este escenario que ha compartió otros años con su padre o su hermana Estrella, y lo hacia a lo grande, con unos cantes redondos en su cadencia y en su manera de ligar los tercios con sus sutiles melismas. Al escenario salía solo su guitarrista Juan Habichuela nieto y tocaba una rotunda rondeña instrumental que era muy aplaudida. Y Morente comenzaba por la caña y el polo; le seguían unas tarantas en la que el cantaor jugaba con su voz llevándola ad limitum al no estar sometido al compás. Y marcando el compás se dejaba unas soleares, con buen temple. Le seguían unos magníficos tientos y se acordaba de la familia con esa letra: «Al cante no lo molestes/ tócale muy despacito/ como Habichuela a Morente» que remataba por tangos. Y a la más pura manera morentiana, cantaba por fandangos: «No te vayas a Grazalema», ligando los tercios con la modulación de la voz en ese subir y bajar hasta cuadrar las letras, con un toque excelente de su guitarrista que tuvo una gran actuación. Los dos se conocen desde niños y ha tocado mucho juntos. Eso se nota en la compenetración.

José Enrique Morente, decía: «Es para mí un sueño estar en este Festival y en este escenario que he compartido con mi padre, mi hermana y otros artistas y lo hago con un gran amigo de la casa y “Bordón Minero” de 2011.»

Para terminar su excelente actuación invitó al guitarrista David Jiménez «El Melón», y comenzaron las sonantas con el soniquete de las bulerías y los temas morentianos: Entre la albahaca/Y la hierbabuena, /La Lola/ Canta saetas. /La Lola aquella, /Que se miraba/Tanto en la alberca.

En la voz de José Enrique Morente está el futuro y a veces en ese camino en el que transita, como buen estudioso y aficionado, se vislumbra que ya está aquí; el mismo futuro que ya tiene esa guitarra Habichuela. En este mismo Festival actuaron en 1993 Enrique Morente, acompañado por la guitarra del Juan Habichuela. Ahí estaban el padre y el abuelo y aquí estuvieron el hijo y el nieto.

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