Música

L.A.: «Este disco es mi "Guerra de los Mundos"»

El artista mallorquín redobla su apuesta por el pop más accesible y comercial en «King of Beasts»

Actualizado:03/05/2017 10:54h Guardar

«Es un álbum libre de prejuicios» resume el líder de L.A., la banda mallorquina que él mismo fundó hace 13 años. Con el bagaje y los conocimientos técnicos adquiridos en todo ese tiempo, Luis Antonio Segura regresa con «King of beasts», su quinto álbum de estudio y segundo con Sony Music, un trabajo creado para traspasar las fronteras de los estilos y sobre todo para abrirse a nuevos públicos, con guiños al sonido mainstream (la altísima fidelidad, el espíritu de hit-single de casi todos los temas, los coros de estadio al estilo «uo-o-o-o») que dejan bien claro que lo de ser «indie» forma parte de un pasado ya muy remoto. Como dice el sencillo «Leave it all behind», todo eso ha quedado atrás para L.A..

¿Cómo ha sido la experiencia de producirse a sí mismo por primera vez?

Ha sido un reto, porque cuanto más tiempo llevas en esto, más fans hay y más expectación se crea. Al principio, yo no hice público que estaba grabando un nuevo disco porque no quería empezar a oír comentarios de la gente. No quería ponerme nervioso. Pero al final han sido siete meses de trabajo intenso de laboratorio, de aprendizaje, de escuchar músicas nuevas, de probar maquinitas nuevas... Fue tan intenso que pensé que después sufriría una depresión post-parto y todo (risas).

¿Y la hubo?

Sí, sí la hubo sí. El estudio estaba a cinco minutos de mi casa, entonces mi rutina era levantarme, darle el desayunio a las niñas y coger el coche para irme a grabar. Así siete meses. Y cuando de repente el disco está terminado, mezclado, entregado... Da cosa no tener nada que hacer. Pero bueno, ahora viene lo más divertido que será presentarlo en directo. Los ensayos están sonando espectaculares.

¿La puesta en escena será acorde al salto cualitativo que da en este disco?

Sí, tenemos dos planes. Uno es para los festivales, y el otro para las salas. Estamos todavía pensando cómo hacerlo todo, pero en realidad la apuesta fuerte estará en el sonido. Vamos a jugar con estereos 5.1 en las salas y va a ser alucinante. Si sale todo como lo tengo pensado, va a ser divertido.

¿Ha aprendido de los productores con los que ha trabajado hasta ahora?

Sí y no, porque en realidad yo siempre estaba muy centrado en mi parte cuando grabábamos un nuevo disco. Pero obviamente, retienes cosas sobre el por qué colocaban aquel micro aquí y no allí, etc... Ese tipo de detalles.

¿Cree que ha superado el trabajo de sus anteriores productores?

No lo sé, lo que creo es que estoy en otra película. Ellos son diferentes. Este disco es más grandilocuente, es como hacer «La guerra de los mundos». Spielberg no te va a hacer una peli «indie», te va a hacer una gran superproducción. Pues esta es mi guerra de los mundos.

¿Qué piensa de la tendencia lo-fi?

Creo que está ya muy manida. Yo hice tres discos así, antes de «Heavenly Hell», y esa fase ya la pasé. Me gustó en su momento, los discos grabados en cinta sucia... pero ahora el cuerpo me pedía hi-fi total.

¿Cuando componía las canciones, ya imaginaba su sonido?

En cierto modo sí, porque gran parte de las canciones salieron durante el proceso de grabación. En realidad, las canciones que había escrito para este disco se quedaron en un cajón. No superaban a las que vinieron después, que nacieron ya en el estudio. Se salvaron «Wind», «The keeper and the rocket man» y poco más.

Es un disco libre de prejuicios, pero en realidad siempre ha apuntado hacia aquí, ¿no?

Sí, porque «Heavenly Hell» no fue un broma, pero casi. Fue un poco hacer lo que nos dio la gana. Y ahora puedo hacer lo mismo, pero con ojo. Puedo quitarme de prejuicios, hacer lo que quiera, pero pensando en que este disco puede marcar no sólo mis próximos dos años, sino el resto de mi vida. No soy The Killers o The Strokes, que pueden hacer lo que quieren siempre. No soy mega conocido, sigo construyendo mi carrera, así que cada paso es importante.

El disco da la sensación de que ha escuchado mucha música actual últimamente.

Sí, intento estar muy al día, porque es muy interesante. Es mi ámbito, mi trabajo, y me gusta saber qué se cuece en el mundo en ese aspecto. Antes tenía la vista más puesta en Buddy Holly que en el New Musical Express, pero ahora no. Ahora voy más por Tame Impala, Solange, Kendrick Lamar, Kanye West.

Estaría bien una colaboración con uno de ellos, ¿no?

Y tanto, de hecho estoy hablando con Sony para hacer alguna colaboración potente. Tenemos dos artistas en mente, y claro, no puedo contar nada. De hecho ya he contado más de lo que debía (risas).

En otra entrevista ha dicho que le gustaría «llegar al nivel de popularidad de un Leiva». ¿No es una meta un poco resultadista? Me refiero a que no dijo «me gustaría componer tan bien como fulano o mengano». Es como ir a la conquista del mainstream sin complejos, ¿no?

Claro, tío. Por qué no. Es la eterna pregunta: «¿Te gustaría ser mainstream?». ¡Pues claro que sí! ¿Qué supone eso para mí? Más ingresos, más giras, más conciertos, por supuesto que sí. Tengo casi 40 años y dos hijas. Veo las cosas de manera muy distinta a como las veía con 20 años. Este es mi trabajo. ¿Cuál es mi problema ahora? Que tengo que hacer canciones comerciales, y yo ahora mismo firmaría hacer canciones comerciales el resto de mi vida. Toma titular.