Philip Roth destina su colección de libros a Newark
Philip Roth destina su colección de libros a Newark - ABC

Philip Roth se queda para siempre en Newark

El escritor dona su colección de libros a la biblioteca de su ciudad natal, que se convertirá en el próximo destino de peregrinaje de sus seguidores.

Corresponsal en Nueva York Actualizado: Guardar
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El escritor al que cada año niegan el Nobel de literatura vive en Connecticut entre una montaña de libros que cubren las paredes de su casa. Ahora Philip Roth, que cumplió 83 años en marzo, ha encontrado destino para su colección, que suma cerca de 4.000 volúmenes. La Biblioteca Pública de Newark, la ciudad natal del autor, será el destino final de sus libros, en una donación que hoy anunciará la institución en la primera conferencia Philip Roth, que protagonizará su colega Zadie Smith.

Con el paso del tiempo, la residencia de Roth en Connecticut se ha convertido en una biblioteca doméstica. Tiene estantes e iluminación propios de un archivo y solo le falta el bibliotecario, según aseguró el escritor a «The New York Times».

Roth no tiene descendencia y esa es la razón que le ha empujado a buscar un recipiente a su colección. «Si tuviera hijos sería una historia diferente. No es una biblioteca enorme, pero es especial para mí, y quiero que se preserve tal y como es», explicó.

En su hogar, los libros de ficción ocupan todo el salón, un estudio en el frente de la casa y han rebosado hasta una habitación entera del piso de arriba. Los ensayos ocupan un espacio en la trasera del edificio, mientras que las copias de sus propios libros y sus traducciones se agolpan en armarios y embalados en cajas en el ático. Los libros que le sirvieron para escribir obras como «La conjura contra América» o «Operación Shylock» se agrupan juntos.

Cuando la colección abra al público, será una ventana abierta a «qué es lo que leía un escritor estadounidense en la segunda mitad del siglo XX», dijo Roth para explicar el interés histórico de su colección. Entre los autores representados están J.D. Salinger, Saul Bellow, Bernard Malamud, Franz Kafka o Bruno Schulz.

La biblioteca de Newark renovará una amplia sala dedicada ahora a almacén para acoger la colección, que seguirá el mismo orden y configuración que estableció Roth. Muchos de los volúmenes están subrayados y anotados, «como si estuviera en diálogo con ellos», según la institución.

El edificio data de 1901, inspirado en el estilo de los palacios renacentistas italianos, pero el ala dedicada a Roth, diseñada por el arquitecto Henry Myerberg, será moderna, más en línea con el estilo del escritor estadounidense. Esta biblioteca no fue la primera de su infancia -Roth se crió en un barrio a media hora en transporte público de aquí- pero sí de su adolescencia, cuando sus salas de lectura se convirtieron en su segunda casa e inspiraron a Neil Krugman, protagonista de su primera novela, «Goodbye, Columbus».

Hasta la biblioteca venía Roth siempre que le era posible y ahora la institución espera que la llegada de su colección aumente las visitas de estudiantes, académicos e, incluso, turistas. Los fanáticos de Roth, cabreados un año más por el agravio de la Academia Sueca, tendrán un nuevo lugar de peregrinaje.

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