Toñi Prieto niega el amaño en «Objetivo Eurovisión»: «No hubo ningún trato de favor»

Las acusaciones de fraude derivadas del desenlace del programa «Objetivo Eurovisión» están perjudicando profesional y personalmente a algunos de sus protagonistas. Manel Navarro, el ganador de la gala, tuvo que soportar los abucheos y las descalificaciones de muchos de los eurofans que acudieron el pasado sábado a ver el show. El artista catalán, de la cartera de Sony, se alzó con la victoria en detrimento de Mirela, la favorita del televoto. Manel se convirtió en el representante español gracias al apoyo del jurado elegido por TVE, formado por Virginia Díaz, Javier Cárdenas y Xavi Martínez. Precisamente, sobre este último ha recaído buena parte de la ira de los seguidores del festival al considerar que el locutor de Los 40 Principales no fue imparcial en su labor dada la amistad que mantienen ambos y la fuerte promoción que Xavi hizo de Manel Navarro en su emisora en los días previos a «Objetivo Eurovisión».

La otra gran damnificada del euroescándalo ha sido Toñi Prieto, directora de programas de entretenimiento en TVE. Los eurofans la acusan de haber amañado el concurso para favorecer la victoria de Manel Navarro, eligiendo a los miembros del jurado y cambiando la norma para que fuera el panel de expertos quien rompiera el empate que se dio entre los dos favoritos. Según desvelaba este lunes Bluper, la profesional de TVE también podría haber incurrido en un conflicto de intereses al conocerse que una de sus hijas trabaja en Sony Music, discográfica a la que pertenece Manel Navarro. L.F.P. está «estrechamente ligada» al equipo que hizo posible la propuesta del cantante, según el medio. En la rueda de prensa con Manel Navarro, Toñi Prieto estuvo presente en el acto pero no dio explicaciones sobre este asunto y el resto de polémicas que alimentan la teoría conspirativa del amaño. De espaldas a la prensa, Toñi aguantó estoicamente las preguntas incisivas de una prensa ávida de respuestas y se marchó rápidamente una vez concluyó.

Sin embargo, Bluper pudo acceder a ella para que pudiera desmontar el supuesto conflicto de intereses por la relación de su hija con la compañía. «No tengo nada que ocultar. Mi hija lleva diez años trabajando en Sony Music España. Anteriormente estuvo tres años en Universal Music Spain y antes estuvo en Globomedia y Videomedia. Por desgracia o por suerte, se mueve en el mismo mundo en el que me muevo yo. Suele pasar infinidad de veces entre padres e hijos», se justificaba. Toñi recordó además que, el año pasado, otro cantante de la cantera Sony compitió para ir a Eurovisión y no resultó elegido. «Ganó Barei, que no tiene nada que ver con mi hija ni su compañía». Toñi defiende su honor y asegura que es «honesta». «No lo digo de boquilla, lo soy. No tengo jamás ningún trato de favor con ningún artista ni ninguna discográfica», en relación a las acusaciones de haber favorecido a Manel Navarro.

Pese a las explicaciones, el propio medio asegura ahora que su hija no lleva diez años en Sony, sino dos. L.F.P. entró en la compañía poco antes de elegir de forma interna a Edurne, también de Sony. Según Bluper, «la famosa discográfica nunca había tenido interés en llevar al festival a ninguno de sus artistas hasta que la hija de Prieto entró a trabajar allí».

Según también desvela hoy PR Noticias, Toñi Prieto pidió a la parte técnica del programa «Objetivo Eurovisión» que tuviera «especial cuidado y mimo con la realización de la actuación de Manel Navarro, algo que no pidió para las intervenciones del resto de participantes». Según el portal de noticias, «el propio equipo que realizó la gala ha criticado en privado los malos modos de Toñi y su afición por derivar responsabilidades, lo que afecta directamente el trabajo de su equipo, que se siente ninguneado y minusvalorado».

Todas estas sospechas de fraude han llevado a que el público eurofan pida su dimisión y convierta en «Trending Topic» varios hashtags en contra de la profesional.