Bill Viola, la semana pasada en Bilbao
Bill Viola, la semana pasada en Bilbao - EFE
ARTE

Bill Viola: «Los hombres no pueden controlar la Naturaleza»

Bill Viola llega en forma de retrospectiva al Museo Guggenheim, y no solo descubrimos la grandeza de su obra, sino también las claves de su proceso creativo que se desarrolla en colaboración con su mujer, Kira Perov, desde 1978

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De Bill Viola (Nueva York, 1951) se conocen sobre todos sus gigantescas piezas en las que la imagen transcurre lentamente, pero pocos saben, y poco se ha visto en Epaña, de sus comienzos -mucho menos sofisticados en el fondo y en la forma. El Guggenheim de Bilbao presenta una espectacular retrospectiva de su obra. Bill Viola todo lo hace en colaboración con su mujer, Kira Perov (Melbourne, Australia), igual que esta entrevista, porque sin ella no existiría Bill Viola: «Después de pasar un tiempo en el estudio trabajando en mis próximos proyectos, me reúno con Kira para analizar qué piezas llegarán a crearse. Kira siempre ha sido una caja de resonancia importante; a menudo ve más claramente que yo cuál es el significado de los trabajos y lo que necesitan, y, por lo tanto, es también una colaboradora creativa: ayuda con la producción de las obras, la selección de los intérpretes, la dirección artística, además de editar.

Hace trabajo de comisariado y coordina exposiciones como esta, y, a menudo, edita los catálogos, como el de esta muestra junto con el escritor John Hanhardt».

De joven, usted trabajo con Nam June Paik a quien se le considera el pionero del videoarte. ¿Cómo fue aquella experiencia?

Nam June Paik era un genio y un visionario. Fue un enorme privilegio. Me abrió la mente a las infinitas posibilidades del medio del vídeo. También tenía un gran sentido del humor.

Hablamos de unos tiempos muy precarios tecnológicamante. ¿Los recuerda con nostalgia o con distancia?

Siempre he mirado hacia delante. Tuve la suerte de nacer al mismo tiempo que la tecnología del vídeo y mi obra se desarrolló al mismo ritmo que la llegada de los nuevos dispositivos. Esto me ofreció una variedad para mi paleta que podía utilizar en cualquier momento. En las últimas obras he seguido utilizando una vieja cámara de vigilancia de infrarrojos en blanco y negro de la década de 1980.

Las tecnologías han cambiado pero sus constantes temáticas, no: las grandes cuestiones del hombre desde el principio de los tiempos.

Hay un hilo que enlaza a los artistas, desde los pintores de las cavernas de tiempos paleolíticos (30.000 años antes de Cristo), hasta el presente. Es una fuente de creatividad a la que, de hecho, cualquiera puede acudir, y el tema principal durante todo este tiempo es que el artista intente describir el alma humana. Dentro de eso se incluyen cuestiones que todos nos hacemos acerca de la vida, la muerte y la conciencia humana. Esas son mis directrices para realizar una obra, y agradezco que mis intereses sean amplios y las obras hablen un lenguaje universal.

«Hay un hilo que enlaza a los artistas, desde los pintores de las cavernas hasta el presente»

¿Se considera un artista clásico o un artista moderno, contemporáneo?

Todo arte y sus artistas son contemporáneos, en el sentido de que el arte es intemporal.

¿Qué piensa cuando le dicen que sus vídeos son como pinturas en movimiento?

Algunas de las obras encajan en esa descripción, en especial las de la serie titulada «Pasiones» (2000-2002). Se grabaron utilizando película en una cámara de alta velocidad en 35 mm que, al ralentizarla, crea un movimiento regular y lento; a menudo tan lento que parece un cuadro.

¿Si Leonardo hubiera nacido en nuestra época habría sido un videoartista como usted?

Es posible, por supuesto, y quizá se encuentre ya entre nosotros. La imagen en movimiento se ha vuelto ubicua, cualquiera puede usarla y aparece en todas partes. Tiene un enorme potencial, pero solo lo alcanza cuando hay algo que decir.

¿En qué época artística le habría gustado vivir?

Creo que puedo experimentar cualquier periodo artístico viendo lo que permanece en la Historia, conservado en museos y registrado en libros.

«Rendición» (2001), de Bill Viola, díptico de vídeo en color sobre monitores planos
«Rendición» (2001), de Bill Viola, díptico de vídeo en color sobre monitores planos

El agua, el fuego, la tierra… Aparecen continuamente en sus trabajos. ¿Por qué?

Los elementos de la tierra son los que más poder tienen. Los humanos no tenemos control sobre la Naturaleza: sobre los incendios, las inundaciones, los tornados o los terremotos. Son ellos lo que tienen el poder de transformación con su violencia, o de purificar y limpiar en sus formas más benéficas. El agua, en especial, puede ser metáfora del nacimiento (el líquido amniótico), la muerte (el ahogamiento), el espejismo (el reflejo), la iluminación (el bautismo) y el espacio entre el nacimiento y la muerte.

¿Se considera un artista alegórico?

Todo arte se basa en el simbolismo y la metáfora, y si es una simple representación de nuestro mundo real, entonces es solo eso.

¿Cómo dialoga su obra con el Guggenheim?

Gehry ha creado espacios parecidos a catedrales. Esto puede ser un reto, pero también constituye una maravillosa forma de interactuar con la visión del arquitecto. Hemos colocado en las altas salas abovedadas grandes proyecciones que llenan estos espacios de imagen y sonido. En salas más pequeñas hemos instalado obras más íntimas en pantallas de panel planas.

No es un creador que se prodigue mucho en el mercado. ¿Qué piensa del mismo?

Estoy muy contento de que las tres galerías que representan mi obra me hayan conseguido colocar en buenas colecciones públicas y privadas. Esto me ha garantizado fondos para nuevas producciones. También han mantenido la obra lo más alejada posible de las casas de subastas, porque ahí es donde se inflan los precios del arte, y eso crea problemas para los artistas en el futuro.

¿Qué sensaciones busca producir en el espectador? En mi caso, van de la inquietud a la serenidad.

A menudo decimos que damos a los espectadores el regalo del tiempo, entrar en un mundo diferente, sumergirse en las obras y disponer de tiempo para reflexionar. De este modo, genera una respuesta personal.

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