poster Vídeo
Riki Rivera posa en Cádiz con su Goya - francis jiménez
cine

Riki Rivera: «La gala de los Goya pasó como la había soñado»

El músico y guitarrista exhibe por Cádiz el cabezón que ha obtenido por la canción 'Niño sin miedo'

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Toma, que toma, que toma. La gala de los XXIX Premios Goya celebrada este sábado en Madrid sonó a Cádiz. El ritmo lo marcó un músico local, laureadísimo, aunque quizá hasta este fin de semana poco conocido para el gran público. No en su tierra, donde Riki Rivera hace mucho que salió del anonimato.

Este fin de semana, en el discurso que le seguía a la entrega del cabezón que distinguía al tema 'Niño sin miedo' como 'Mejor Canción', Riki Rivera hacía gala de su gaditanía en una de las más divertidas y emotivas intervenciones de los premiados de la noche. Poniendo al público a tocar las palmas, nombrando a Cádiz en varias ocasiones y agradeciendo a su familia y amigos (es hermano de la cantaora Anabel Rivera y cuñado de David Palomar) todo el apoyo recibido durante estos años de trabajo.

Este lunes, el guitarrista y compositor gaditano ha continuado dando muestras de su gratitud atendiendo a los medios de comunicación locales. El domingo viajaba hacia Cádiz -en una nube- para reencontrarse con los suyos y celebar el Goya que comparte con David Santisteban e India Martínez.

Junto con el productor y autor y la cantante cordobesa, Riki Rivera forma una trinidad de éxitos. El último, el máximo reconocimiento del cine español por la canción que acompaña a la cinta de Daniel Monzón 'El Niño', que precisamente protagoniza otro gaditano, el vejeriego Jesús Castro.

Este lunes, el guitarrista mantuvo una actividad frenética, «de promoción», con el Goya por las calles gaditanas. En La Viña no paró de saludar y de hacerse fotografías con sus amigos y conocidos. La primera pregunta es obligada. ¿Esperaba traerse a Cádiz el cabezón? «Uno no se espera esas cosas, aunque es cierto que desde el principio 'El Niño' nos ha dado muchas alegrías y como la canción iba de la mano de la película, éstas también han sido para nosotros», cuenta.

Tanto él como Santisteban y Martínez destacaron el papel del director de la cinta en la obra musical, dándole un lugar preferente en los agradecimientos. «Sentí un subidón cuando escuché mi nombre en la gala, tenía miles de pensamientos, que si me lo iban a dar, que si no me lo daban no pasaba nada, que me tropezaba en la escalera...», recuerda Rivera sobre el momento decisivo de la cita.

Los nervios lógicos pese, a como él mismo apunta, esté acostumbrado a los directos y a todo tipo de escenarios. «Si el año pasado salí en una ilegal de Carnaval, si canto en todos los cumpleaños... pero esto te pone muy nervioso», bromea el músico. Riki Rivera reconoce que todo sucedió «justo como lo había imaginado» en su sueño más «optimista».

Una noche «maravillosa» de trabajo y placer. «Un photocall, te llevan de un lado para otro para hacer entrevistas, la gala... una experiencia inolvidable». Un ratito que le sirve sólo de «carta de presentación», según aseguraba en la previa.

Santisteban, Martínez y Riki Rivera, ganadores del Goya
Santisteban, Martínez y Riki Rivera, ganadores del Goya

Trabajo, trabajo, trabajo. Esa es la máxima de Rivera. Desde muy pequeño. Desde antes de sus tiempos en Levantito. Ahí, hasta su etapa de niño se retrotrayó el músico en su discurso al nombrar a Paco de Lucía (por cierto, la cinta que firma su hijo Curro Sánchez Varela también se llevó el Goya en la categoría de Mejor Documental). «Cuando tenía siete años había un anuncio de la Junta en el que sonaba 'Entre dos aguas'. Mis abuelos nos callaban para oír la sintonía cada vez que salía, eso me marcó y ahí empecé a amar la guitarra y la música», cuenta.

Esa dedicatoria, explica, le salió espontánea y el público se lo agradeció con un sonoro aplauso. Tras el subidón, el curro de atender a todos los que quieren hacerse una foto con él y con el cabezón, de contar sus sensaciones, de nombrar una y otra vez a su Cádiz... Después, ¿qué? «Ahora hay que seguir trabajando en la misma línea. El Goya te puede abrir puertas y sirve para hacer más grande tu currículum y te tengan más en cuenta, pero todo debe ser continuo», subraya.

Rivera está acostumbrado al tacita a tacita, aunque lleve cinco años de 'booms', los mismos que lleva aprendiendo y regalando su talento a Santisteban e India Martínez. Varios discos de oro, nominación a los Grammy Latino...

Aunque mantendrá el mismo camino, el gaditano tiene en cartera varios sueños, como componer la banda sonora de una película (otra casualidad, el jerezano Julio de la Rosa se trajo el Goya en esta categoría por su trabajo en la multipremiada 'La isla mínima') y grabar un disco instrumental. Sueños que un anuncio y la pieza más famosa del genio de Algeciras empezaron a forjar en las manos del niño Rivera. Al ritmo del toma, que toma, que toma.

Ver los comentarios