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Carmen Thyssen - ABC

Carmen Thyssen reduce a seis meses el préstamo gratuito de su colección

Al haber un Gobierno en funciones no se ha podido negociar un nuevo contrato, como quería la baronesa

Madrid Actualizado: Guardar
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Según ha sabido ABC de fuentes cercanas a la negociación, el jueves se firmó una nueva prórroga del contrato de préstamo de la Colección Carmen Thyssen al Estado español, que el lunes se aprobará en la reunión del Patronato de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. Los firmantes son, por un lado, dicha fundación, como receptora de la colección; por otro, la baronesa Carmen Thyssen y las entidades Omicron Collections Limited, Nautilus Trustees Limited, Coraldale Navigation Incorporated e Imiberia Anstalt, que figuran como propietarias de las obras cedidas.

Desde 2013 el acuerdo de préstamo gratuito se ha ido prorrogando año tras año, ante la falta de acuerdo entre las partes

La historia se remonta a 1999, cuando Mariano Rajoy, entonces ministro de Cultura, y Carmen Thyssen firmaban el protocolo de intención del préstamo por once años, que se rubricó definitivamente en 2002.

Desde 2013, el acuerdo de préstamo gratuito de la colección de la baronesa se ha ido prorrogando año tras año, ante la falta de acuerdo entre las partes sobre el destino final de la colección. Hasta siete ministros de Cultura –unos con más sintonía con la baronesa que otros– han participado por el momento en las negociaciones sin que se llegase a buen puerto. Al principio se consideró excesivo el precio de venta, después llegó la crisis económica y la decisión de Carmen Thyssen de no vender sino alquilar la colección.

Pero en la firma del jueves ha habido un cambio sustancial: se prorroga de momento el préstamo tan solo seis meses, y no un año como hasta ahora. El motivo, que el Gobierno sigue en funciones y no puede negociar las peticiones de la baronesa, que reclama no renovar más el mismo contrato, que se considera ya caducado, sino firmar otro con nuevas condiciones. Habrá que esperar, pues, al 31 de septiembre para que el nuevo Gobierno (si lo hay) reconduzca las negociaciones.

Se mantiene en el contrato el número de obras cedidas (431) y el porcentaje del que dispone libremente Carmen Thyssen

Según Miguel Pérez de Ayala, abogado de la baronesa, no ha habido modificaciones en el contrato: se mantiene el mismo número de obras cedidas gratuitamente (431) y el mismo porcentaje del que dispone libremente Carmen Thyssen. Era de un 15%, pero, tras la venta en 2012 de «La esclusa» de Constable (una de las joyas) por 27,9 millones de euros, puede aún reclamar un 12,79% de las obras de su colección (equivale a un 9,48% del total del valor de la misma). En estos años, la colección se ha resentido. Además del Constable, la baronesa vendió un lienzo de Childe Hassam; su hijo Borja se llevó un Goya y un Giaquinto que reclamaba de su propiedad y buena parte de los cuadros españoles cuelgan en el museo de la baronesa en Málaga. Cada diez años hay que renovar el permiso de exportación de las obras.

«Sigo siendo muy generosa con España»

En conversación telefónica con ABC, Carmen Thyssen comentaba ayer: «Sigo siendo muy generosa con España. Y son ya 18 años. ¿Cuántos puestos de trabajo se han creado con los museos de Madrid y Málaga? Pero no puedo pretender que mis herederos sean tan generosos como yo. He trabajado mucho sin cobrar nada y tuve que vender el Constable para seguir manteniendo el préstamo gratuito de mi colección». La venta de Villa Favorita en Lugano por 60 millones de euros le dio un buen respiro económico, pero advierte que «había muchas deudas en esa casa. Y cuesta mucho mantener el arte. Si sigo por este camino de prestar gratuitamente mi colección, tendré que vender más obras y no me gustaría».

«Negociaré con quien esté en el nuevo Gobierno, sea quien sea. Quiero que mis obras estén en España, pero si no les interesan, me las llevaré»

¿No teme que para el nuevo Gobierno su colección no sea una prioridad? ¿Les planteará en septiembre un ultimátum?«Nunca he dado un ultimátum. Negociaré con quien esté en el nuevo Gobierno, sea quien sea. Sigo siendo una romántica y creo en mi país, aunque quizás ya no tanto. El jueves mismo podía haber sacado las obras de España, pero sigo queriendo que estén aquí. Se están construyendo museos en todo el mundo sin cuadros. Y yo los tengo». ¿Está pensando en llevárselos?«No, pero es cierto que tengo ofertas. Si a final no les interesan, me los llevaré». ¿Descarta completamente la venta?¿Solo prevé un alquiler?«No es tanto un alquiler como una compensación a cambio de lo que genera mi colección para no tener que vender más obras».

Sus palabras denotan cierta decepción con España. Siente que no se ha reconocido su labor. Confiesa que está muy a gusto viviendo en Andorra:«Allí me siento feliz; me quieren, me respetan, siempre he recibido mucho cariño. Voy a abrir un museo en Andorra». Por el momento, será un pequeño espacio, similar al de Sant Feliu, con préstamos temporales. Nada que ver con el gran proyecto de Barcelona, que parece descartado definitivamente.

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