El FMI aboga por seguir «moderando salarios» en España pese a su caída

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a poner sobre la mesa ayer su vieja receta de moderación salarial en España, pese a que otros organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han advertido de los efectos contraproducentes de esta política. Los principales serían un mantenimiento de la atonía anual del consumo domestico, lo que unido al elevado riesgo de recesión en la 'zona euro' -con Italia cayendo, Francia casi estancada y Alemania claramente ralentizada-, amenazarían con echar por tierra la incipiente recuperación de la economía española.

Para el FMI, sin embargo, esos problemas parecen quedar en un segundo plano. España debe «continuar con la moderación salarial» si quiere consolidar su salida de la crisis, un camino en el que por ahora es un «buen ejemplo» para la zona euro, declaró en rueda de prensa Phil Gerson, subdirector del Departamento Europeo del Fondo. Reconoció, no obstante, que «ese no es el único ingrediente de la receta».

Desde el organismo que dirige Christine Lagarde -que celebra estos días su asamblea anual en Washington-, insistieron en poner a España como uno de los «puntos brillantes» en la zona euro, después de haber elevado esta semana sus previsiones de crecimiento al 1,3 % para 2014 y al 1,7 % para 2015. Como causas de esta mejora mencionó las reformas tomadas por las autoridades, entre ellas la «recapitalización de la banca y la reforma laboral».

Una vez más, el FMI apuntó que el gran tema pendiente en España es alto nivel de paro, que prevé cierre 2014 en una tasa del 24,6 %, y solo registre en 2015 una leve bajada hasta el 23,5 %. «Todavía hay que atajar la crisis del desempleo», agregó Gerson al asegurar que el Gobierno debe avanzar en las reformas.

Su receta salarial, sin embargo, parece contradecirse con las cifras. España, según el INE, encadena una devaluación de sueldos desde principios de la crisis (2007) en términos reales. Y si hablamos en datos nominales, al menos desde 2012 las caídas no paran -la OCDE habla de una media anual del 2%, aunque los sindicatos estiman que se queda «muy corta» respecto a la realidad.

El INE refleja, además, que incluso los costes laborales han descendido más de un punto en lo que va de año, y eso teniendo en cuenta que ahí se incluyen tanto los costes por despidos y EREs como el peso de las cotizaciones sociales -que el Gobierno ha subido-. En este escenario, la OIT lanzaba un mensaje rotundo hace una semana: «no hay motivos que justifiquen nuevas reducciones en los salarios». Incluso preveía un riesgo de recaída en caso contrario.