ESPAÑA

Once kilómetros en rojo y amarillo

Una muchedumbre de todas las edades colapsó Barcelona en orden y con aires de fiesta para exigir su derecho a votar

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Si el movimiento soberanista quería hacer un último gesto de fuerza antes de la consulta del 9 de noviembre su objetivo se puede dar por cumplido.La 'gran V' de la Diada a favor de la independencia de Cataluña se puso como objetivo superar en número de apoyos la cadena humana que hace un año recorrió Cataluña de norte a sur. Entonces, se congregaron entre 400.000 y 1,6 millones de personas, una cifra más corta o larga según la fuente del recuento. Ayer, de nuevo, las cifras bailaron pero aún así fueron mayores.

Toda una multitud. Aunque si bien la convocatoria apuntaba en las semanas precedentes el objetivo de protagonizar la manifestación más multitudinaria de la historia de Europa, a lo largo de la tarde la organización fue rebajando sus pretensiones hasta rebautizarla, como la más numerosa de la historia de Cataluña. Al margen del número real de asistentes, hasta once kilómetros del centro del entramado urbano de Barcelona -los que discurren entre la avenida Diagonal y la Gran Vía- quedaron teñidos de dos tonos, rojo y amarillo. Faltaba, sin embargo, el azul de las 'esteladas', un color que en forma de triángulo acompaña a las cuatro barras. Un despiste sorprendente en un cuidado acto para reivindicar la independencia.

A lo largo de estas calles y adyacentes se extendió de forma ordenada una marea que desde el aire reprodujo una gigantesca bandera catalana en forma de 'V', una letra con la que los movimientos soberanistas buscaron, por un lado, reclamar su derecho a votar y, por otro, dejar patente su absoluta fe en la victoria.

Caras conocidas

Entre los asistentes no faltaron caras conocidas. La televisión pública catalana se volcó con el evento hasta el punto de que uno de sus presentadores estrella, como es el actor Quim Masferrer, se encargó de introducir a los invitados a la tribuna de oradores. Tampoco faltó a la cita el futbolista Gerard Piqué. La pareja de la cantante Shakira, que nunca ha ocultado su simpatía por el movimiento soberanista, compareció en las calles de Barcelona junto a su hijo Milan, al que vistió con la segunda camiseta del Barcelona de la temporada pasada, la 'senyera'. Otra de las caras conocidas fue la del actor Sergi López, también un habitual en las concentraciones soberanistas.

La concentración colapsó el centro de Barcelona, pero se desarrolló con absoluta normalidad, sin duda gracias al espítiu cívico, pero también por el amplio dispositivo desplegado por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana. El grueso de la marea roja y amarilla lo formaron personas de todas las edades. Entre ellas una gran cantidad de jóvenes a los que el movimiento soberanista parece haber calado de una forma especial. Al margen de las edades, las voces de unos y otros reclamaron lo mismo, primero poder votar. Y si esto no es posible la desobedecer en el caso de que el Tribunal Constitucional decida suspender el referéndum fijado para el 9 de noviembre.