Los supervivientes del mar

Cádiz y el mar siempre han estado estrechamente vinculadas. Por tanto, la pesca ha tenido históricamente un peso importantísimo en la cultura y la economía provincial.

Pero llegó la industrialización del sector, la crisis y las cortapisas medioambientales y legislativas, y el sector se ha tenido que ir adaptando en los últimos años, encogiendo su potencial numérico, y augurando su muerte «si no cambia la forma de tratarnos».

El epicentro pesquero de Cádiz es todavía, y pese a todo, Barbate. Una de las localidades más castigadas por la crisis y el desempleo de la provincia, es también donde mayor número de familias, en torno a un millar de forma directa, vive en estos momentos de la pesca y las capturas del mar.

«Si no fuera por las almadrabas no subsistiríamos». Son palabras de uno de los patrones de Barbate, que en la Cofradía de la localidad ve pasar los días y ve menguar el volumen de negocio de los barcos.

El patrón mayor de la Cofradía de Barbate es Alfonso Reyes. Su repaso a los últimos años en la pesca barbateña es desolador. «Aquí la pesca era un sector pujante y daba dinero. Ahora sólo nos podemos agarrar a los caladeros de Marruecos y a las ayudas por los paros».

La población gaditana, y en especial la de Barbate, siente como afrenta en carne propia la merma de un sector muy querido en sus poblaciones. Los datos avalan la pérdida de potencial. En el Golfo de Cádiz apenas se contabilizan en estos momentos unos 800 barcos, muy lejos de la cifra de hace unos años. Según el Ministerio, en sus aguas faenan 142 arrastreros y 86 cerqueros. El volumen de capturas se ha reducido de manera drástica, y hasta el precio que se paga en origen por kilo de algunas especies es menor.

Ahí es dónde más inciden. «Pescar hoy en día casi no es rentable», explican desde la Cofradía de Conil. Precisamente Conil es unas de las localidades que ha seguido a Barbate en la disminución de la flota. «Aquí hay muchos barcos para la cantidad de capturas que se traen, pero muchos menos que hace unos años», aseguran.

Barbate, Conil, y también Tarifa, Algeciras o El Puerto de Santa María, han notado la disminución de la actividad pesquera. Los problemas en las diferentes especies como el boquerón o la sardina son equiparables al del resto de especies. Sólo el atún rojo, tras varios años de pérdida de poder adquisitivo con los recortes de la comisión internacional (ICAAT) y Europa, parece haberse salvado con la recuperación de la especie.

Marruecos

El último y enésimo desencuentro, y a la sazón, problema, que ha tenido la pesca gaditana en los últimos meses, fue la ruptura del acuerdo con Marruecos en 2011, que ha mantenido en vilo a medio centenar de embarcaciones desde entonces. Tras varios meses de negociación, en febrero, el Gobierno de Marruecos y la Comisión Europea ratificaban un nuevo acuerdo, que el rey Mohamed VI no rubricó hasta el 15 de julio.

Este pasado jueves y viernes en Rabat se han discutido las condiciones técnicas con que faenarán los barcos. La mayoría de las embarcaciones gaditanas ya ha abonado sus licencias y empezará a faenar en las próximas horas.

Marruecos recibirá en los próximos cuatro años 40 millones de euros. Unos 14 de ellos serán transferidos este año en concepto de «apoyo sectorial» a la flota marroquí. Pero ese convenio es vital no sólo para ellos, también es salvador para la flota gaditana.