CÁDIZ

«Si no podemos pescar, no sé qué otra salida podremos tener»

Los pescadores de la provincia defienden sus puestos de trabajo y aseguran que siempre salen perjudicados por los intereses externos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los pescadores gaditanos están hartos de ir dando bandazos. Están cansados de estar pendientes de reuniones que se celebran a miles de kilómetros de distancia en las que se decide su futuro, están hastiados de que se entremezclen los intereses de diferentes países y gobiernos, como ha ocurrido en el último episodio de la petición de descanso los fines de semana de los barcos portugueses.

«En Barbate no tenemos otra cosa, aquí no hay industrias, sólo podemos pescar». Estas palabras reflejan la incertidumbre permanente, la desesperanza con la que muchos pescadores van a su puesto de trabajo cada día en la provincia, temiendo que sea el último. «Los caladeros del Golfo de Cádiz no son suficientes para todos. Somos demasiados barcos y poder pescar en Marruecos es nuestra esperanza», explican desde las cofradías gaditanas.

Los pescadores gaditanos reconocen que la situación es mala. «Ni pescando hay veces que esto es rentable». aseguran. Las capturas son escasas en la mayoría de especies, y el precio en lonja a veces no cubre los gastos para los armadores. Por su parte, desde la patronal de pesca, Cepesca, se viene insistiendo en los últimos tiempos en la importancia de que la flota española y gaditana en particular, pueda regresar a los caladeros alauitas. Este hecho hará que el sector tenga «un respiro tras varios meses de sufrimiento y aperturas», explicaba Javier Garat.

En las localidades de Algeciras y Conil hay censadas una treintena de embarcaciones en la modalidad de palangre. Barbate suma otros 18 barcos con puerto base en esa localidad, en su caso de la modalidad de cerco. Ellos han sido los más afectados por la ruptura del acuerdo con Marruecos y su posterior reactivación. Las especies que se capturan en los caladeros alauitas son el boquerón y la sardina, así como otras menos conocidas como el pez sable.

En los últimos días la comisión mixta entre los representantes de la UE y Marruecos han concretado los flecos del acuerdo, como el número de marineros marroquíes que se enrolará en cada embarcación europea, o la cantidad y localización de las descargas en puertos de Marruecos. «Llevamos años con las carnes abiertas», asegura Nicolás García, Patrón Mayor de Conil. Y es que la incertidumbre es una constante en los últimos años en la vida profesional de la mayoría del sector.