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Cazas de EE UU en el cielo de Cuba

La Habana permite que aviones militares estadounidenses sobrevuelen la isla cuando escoltaban una avioneta a la deriva

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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El viernes los radares de Cuba captaron en su espacio aéreo una avioneta de matrícula estadounidense que no respondía a la radio. El misterio sobre su rumbo e intenciones originó cierta tensión, especialmente entre los medios. Como muestra de mayores niveles de colaboración, el Gobierno de Raúl Castro autorizó a que un avión del servicio de Guardafronteras escoltara a la pequeña aeronave, mientras que dos cazas F-15 se mantenían por encima del paralelo 24, la frontera aérea entre ambos países, enfrentados desde los años 60. Sin embargo, no fue suficiente para salvar la vida del multimillonario Larry Glazer, su esposa Jane, ambos de 68 años, y la del piloto.

En tiempos de confrontación bilateral el pequeño avión que finalmente se estrelló cerca de Jamaica no habría caído por falta de combustible. Lo más probable es que hubiera sido derribado por la defensa aérea cubana. Como ocurrió el 24 de febrero de 1996, cuando la Fuerza Aérea derribó dos avionetas de la organización anticastrista Hermanos al Rescate. Cuba dijo que los «contrarrevolucionarios» estaban dentro de su espacio aéreo y que lo habían violado en varias oportunidades llegando incluso a volar sobre La Habana, circunstancia que negaron los implicados.

En esta ocasión fue muy diferente. Una nota oficial explicó que, cerca del mediodía, el Centro de Control de Rutas Aéreas de Miami les informó que la «aeronave tipo TBM-700, matrícula N900KN, con un tripulante y dos pasajeros a bordo» estaba siendo escoltada por aviones militares estadounidenses pues se «encontraba aparentemente fuera de control». «Durante todo el tiempo se mantuvo comunicación con las autoridades norteamericanas, que fueron informadas de cada una de las medidas tomadas en relación con este suceso», agregó el comunicado leído en la televisión local.

Sin oxígeno

Desde EE UU señalaron que «los F-15 pudieron ver las ventanas (de la avioneta) con escarcha». Por esa razón dedujeron que quienes iban en su interior sufrieron hipoxia, una condición provocada por la falta de oxígeno en la cabina que los habría dejado inconscientes. Otra posibilidad es que hubieran volado a una altitud superior a los 7.000. En cualquier caso, volaron con el piloto automático hasta que se les acabó el combustible. Entonces se estrellaron a unos 30 kilómetros al noreste de Port Antonio, Jamaica, donde se encontraron restos de fuselaje. El ejército de esta isla caribeña envió personal de rescate que ayer seguía rastreando la zona, a la que se esperaba que llegara también un buque estadounidense.

El modo como se coordinó la escolta y protección de la avioneta muestra una mejora en la cooperación mutua entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas y que en situaciones similares han vivido crisis muy graves. Según el comunicado, Cuba concedió autorización para que «de acuerdo con la trayectoria del vuelo» pudieran volar «las aeronaves militares si fuera necesario».

La tragedia empezó a las 8.35 de la mañana (seis horas más en España) en el aeropuerto de Rochester, Nueva York. Los Glazer despegaron en el avión privado con capacidad de seis plazas con destino a Naples, Florida, para descansar este fin de semana. Ted Soliday, director del aeropuerto de Naples, dijo desconocer si había más personas a bordo. «Una vez que se levanta tan alto puede volar a una buena velocidad con bajo uso de combustible. Cinco horas es mucho tiempo para ese avión», agregó.

Larry era director general de la constructora Buckingham Properties de Rochester y presidente de la Asociación de Propietarios y Pilotos de TBM. Jane había sido profesora de matemáticas antes de dedicarse a los negocios, y también era piloto.